Ya hay más de 2.000 millones de usuarios de WhatsApp en el mundo. La aplicación de mensajería propiedad de Facebook ha anunciado esta cifra astronómica al tiempo que ha subrayado la necesidad de una fuerte encriptación para proteger la privacidad, un compromiso que asegura tiene presente. “Sabemos que cuanto más nos conectamos, más nos tenemos que proteger”, ha indicado WhatsApp en el blog de la empresa.
En un momento en el que tendemos a relacionarnos cada vez más on line “proteger nuestras conversaciones es más importante que nunca”, ha dicho la empresa. La compañía de mensajería instantánea ha explicado que cada mensaje privado que se envía está cifrado con una tecnología que actúa como si fuera un “candado digital impenetrable” que protege la información de atacantes cibernéticos (hackers).
“Los mensajes permanecen solo en su teléfono y nadie -ningún intermediario- puede leer sus mensajes o escuchar sus llamadas, ni siquiera nosotros. Su conversación privada permanece privada”, han asegurado.
El equilibrio está entre la seguridad y la privacidad. Si bien ha insistido en que una “encriptación fuerte es necesaria en la vida moderna”, también ha reconocido que trabajan con expertos en seguridad y de la industria tecnológica para detener el “mal uso” de la aplicación, al tiempo que facilitan controles y formas de alertar de problemas “sin sacrificar la privacidad”. La compañía ha sufrido en el pasado fallos de seguridad y ataques que le ha obligado a tomar medidas.
Pornografía infantil
La semana pasada, organizaciones de protección de la infancia pidieron a Facebook que detuviera sus planes para fortalecer la encriptación en sus plataformas, alegando que esta permitiría a posibles depredadores actuar libremente, informa AFP. El tipo de encriptación que utiliza WhatsApp impide en muchos casos que las fuerzas de seguridad tengan acceso a los datos de los usuarios, incluso con una orden judicial.
La red social trabaja en extender su sistema de encriptación a otras de sus aplicaciones de mensajería, incluidas Facebook Messenger e Instagram. Los grupos de protección de la infancia temen que una mayor protección de las comunicaciones en línea faciliten la difusión de pornografía infantil. Quienes defienden la importancia de una fuerte protección de los datos alegan que cualquier acceso abierto a las fuerzas de seguridad podría ser aprovechado por delincuentes, piratas informáticos y gobiernos autoritarios.
