El Gobierno informó que la existencia de laboratorios que cristalizan o reciclan droga es una muestra de la actividad de cárteles del narcotráfico en el país, que adquieren el estupefaciente, pero también que los que demandan el producto exigen calidad y por ello es que las drogas confiscadas tienen una marca o sello del fabricante, y en las recientes incautaciones se pudo observar que los ladrillos de droga llevan una hoja de coca y otros delfín.
Los 22 laboratorios destruidos, demuestra la presencia de cárteles en Bolivia; los laboratorios lo que hacen es producir para estos cárteles, los compradores mayoristas de la producción de estos laboratorios son los carteles, a ellos son directamente a los que se venden, por eso la gente puede ver en lo que presentamos que los ladrillos tienen distintas marcas, distintos logotipos; esta última (incautación) que presentamos tenía una hoja de coca en cada ladrillo, sostuvo el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Zamora, en entrevista con radio Panamericana.
La versión del zar antidroga fue reforzada por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, quien este lunes afirmó que la marca significa calidad del producto. El sello es la marca. ¿Qué marca? ¿Quién es el propietario? ¿De qué línea es? El narcotráfico tiene sus líneas y sus marcas para identificar el tipo de producto, para su comercialización, añadió.
Murillo afirmó que la marca de la droga también significaba en el gobierno anterior complicidad con el narcotráfico. En este gobierno que hemos sucedido al MAS, cuando un policía veía la marca de un tipo (de droga) tenía que dejar pasar la droga, porque esta marca tiene pagada la cobertura y está protegida, y a los únicos que caía era a los que no eran amigos del régimen; ahí se dan los cárteles y así funcionan en el mundo entero, subrayó.
Zamora explicó que los cárteles de droga son exigentes con la calidad del producto a la hora de comprar los estupefacientes de los laboratorios en el país. Esto muestra quién es el comprador y como también la calidad de droga que se elabora en estos laboratorios; esto demuestra que esta venta tiene el enlace con los cárteles de afuera (del país); hemos visto mucho, por ejemplo, (la marca) el delfín que viene del Perú; aquí (Bolivia) se procesa y se la larga y se la vende; esto también en los laboratorios, aseveró.
El ministro Murillo informó que entre el 13 de noviembre de 2019 y el 22 de junio de 2020, se realizaron 4.701 operativos con los siguientes resultados: 374.090 kilos de droga confiscada; 531 fábricas de drogas, 19 laboratorios de cristalización y 22 laboratorios de reciclaje destruidos. En el mismo periodo se aprehendieron a 1.583 personas,
Todo tercerizado
Zamora, quien está al frente de la lucha antidroga desde noviembre de 2019, recordó que hace un par de décadas los narcotraficantes tenían que armar sus cuadros de trabajo, desde contar con un laboratorio, avionetas, pilotos, seguridad, entre otros. Ahora dijo que esta situación cambió, pues los narcotraficantes tercerizan todo o compran todo, desde la droga hasta los servicios que supone la compra, transporte, etc.
La autoridad explicó que los narcotraficantes llegan al país como a un mercado para comprar estupefacientes de sus pares bolivianos. Lamentablemente nuestro país ha entrado al mercado del narcotráfico, pero ya con cárteles y, obviamente, hay presencia en Bolivia de los cárteles; porque vienen, hacen sus compras, hacen sus pedidos, tienen relación con los narcotraficantes que hay en Bolivia, hay una relación ya de terciarización.
El zar antidroga afirmó que la actividad del narcotráfico creó una especie de proveedores de servicios. Producto del narcotráfico, ya hay un negocio de quienes proveen pistas clandestinas, de quienes proveen jet fuel clandestino, de quienes proveen estadía a los pilotos, de quienes protegen laboratorios, que no son con petardos, protegen con armamento de última tecnología, tienen tecnología satelital, tienen radios, usan variedad de equipos, acotó.
Página Siete.