El coronavirus sigue avanzando a un ritmo vertiginoso, y cada vez son más los países que toman medidas para salvaguardar a sus ciudadanos de la enfermedad.
Tras la alerta de emergencia internacional decretada por la OMS hace unas semanas, diversas aerolíneas como Air France, American Airlines, Lufthansa o British Airways suspendieron sus vuelos a China, país en el que se originó el brote, mientras que en los aeropuertos de todo el mundo se están llevando a cabo minuciosos controles a aquellos pasajeros sospechosos de estar contagiados. Estados Unidos, por su parte, incluso ha prohibido la entrada al país a extranjeros que hayan estado en China recientemente, exceptuando a aquellos que mantengan lazos familiares con ciudadanos estadounidenses.
Por el momento, la enfermedad, que ha generado una gran ola de desinformación, se ha extendido a 30 países diferentes, si bien el mayor número de casos se han diagnosticado en China. El gigante asiático estima que más de 60.000 personas padecen la enfermedad, y eleva el número de muertos a más de 1.000. La ciudad de Wuhan, epicentro de la enfermedad, se ha cerrado a cal y canto, y en otra decena de ciudades chinas se han tomado medidas excepcionales de cuarentena.
En otras regiones como Macao, ciudad conocida como Las Vegas de Asia por albergar importantes torneos internacionales de póker y multitud de salones de juego, se ha decidido cerrar todos los casinos durante varias semanas, lo que supone una pérdida de millones de dólares al día. Esta medida se une al cierre de empresas y fábricas por todo el país, lo que ya ha levantado la alarma en los mercados financieros y ha afectado a compañías que operan a nivel internacional. Este es el caso de Apple y Nintendo, que pueden ver como la fabricación de sus productos se paraliza debido a la enfermedad.
Otros que también han estado en tela de juicio durante las últimas semanas a causa de esta crisis sanitaria son los Juegos Olímpicos. Este año la gran cita deportiva se desarrollará en diferentes puntos de Japón, siendo Tokio la sede central de las competiciones. El país nipón lleva cerca de 8 años preparándose para el evento, invirtiendo elevadas sumas de dinero en infraestructuras y tecnología.
El objetivo de Japón es mostrarse como un país abierto a Occidente, moderno y tecnológico, tratando así de atraer a un gran número de turistas internacionales que no solo recalen en el país por motivos deportivos. Además, los Juegos supondrían un importante dinamizador económico del país después de la devastadora crisis que se vivió tras el accidente de Fukushima en 2011. Sin embargo, no está siendo sencillo para Japón ejercer como anfitrión, y eso que los Juegos todavía no han dado el pistoletazo de salida. El país ha sido acusado de plagio en algunas de sus construcciones, y las elevadas temperaturas que se vivirán durante la competición han puesto en evidencia algunas decisiones de la organización, la cual se ha visto obligada a trasladar algunas pruebas lejos de la capital.
Foto: Pixabay // Dominio Público
El coronavirus se ha cobrado ya más de 1.000 vidas
Ahora, el coronavirus parece ser un nuevo enemigo para los Juegos. Son muchos los representantes internacionales que han mostrado su preocupación por la cercanía de China con el país nipón y la rápida propagación de la enfermedad. La ausencia de un plan de seguridad al respecto ha hecho saltar las alarmas y algunos medios han llegado incluso a afirmar que, si la enfermedad no remite, los Juegos podrían llegar a cancelarse.
Debido a la incertidumbre generada por estos rumores, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha comparecido la semana pasada ante el parlamento nipón para informar de que, por el momento, no habrá cambios en la organización de la cita deportiva. Además, Abe ha afirmado que el Comité Olímpico Internacional no ha hecho ninguna modificación al respecto tras la declaración de emergencia internacional por parte de la OMS. Así pues, todo parece indicar que Tokio recibirá en menos de medio año a cientos de deportistas llegados desde diferentes puntos del mundo.
Por el momento, en Japón se han detectado 45 casos de coronavirus y un crucero con cerca de 4.000 personas a bordo permanece en cuarentena próximo al puerto de la ciudad de Yokohama.