Fundación Milenio advierte imposibilidad de una devolución total de los aportes a las AFP’s, y propone préstamo individual.

Ante el crecimiento de las movilizaciones de los aportantes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que exigen la devolución de esos recursos, la Fundación Milenio, advierte que no es posible una devolución total, por lo que propone generar un préstamo, para que los aportantes puedan acceder a una fracción del fondo para reponerlo más adelante. “No se trataría de un retiro de sus cuentas individuales sino un préstamo basado en el valor de su cuenta individual”, señala el documento al que tuvo acceso el diario El Día.

El documento, argumenta que los fondos previsionales tienen la capacidad de ampliar sus servicios a sus clientes, los aportantes, y otorgarles protección temporal en caso de que pierdan su empleo a través, de cinco mecanismos que evitará el deterioro de los fondos previsionales que ocurre cuando se hacen retiros puro de dichos fondos.

“Es consistente con minimizar los efectos macroeconómicos adversos ligados a lo que hemos denominado retiro puro”, enfatiza Milenio en referencia al grave impacto en la economía, con un shock en la oferta y la demanda, que viene provocando la crisis sanitaria del coronavirus (COVID-19).

La Fundación Milenio, en su estudio remarca que los fondos previsionales que administran las AFPs son fondos que, de manera obligatoria, se acumulan para fines de otorgación de pensión en el período pasivo del aportante. Su disposición anticipada deteriora fuertemente los pilares del sistema y puede, eventualmente, generar desequilibrios macroeconómicos.

En ese contexto, las condiciones que harán viable la propuesta radica en que: se establece un máximo de tres pagarés, distanciados un mes entre ellos; un monto máximo de un salario mínimo por cada pagaré (compromiso de pago). Esas dos restricciones consideradas por Milenio como “racionales”, permitirán mitigar los efectos iniciales del desempleo durante o pospandemia.

“En la mayoría de los casos no reemplazará el salario perdido, pero mitigará el impacto de la caída en sus ingresos. La mitigación será mayor para los que tienen bajos ingresos que para los trabajadores de altos ingresos”, argumenta.

Como tercera condición la propuesta menciona que el monto agregado de los pagarés no debería ser mayor al 25 % del valor de la cuenta individual, medida al momento de solicitud. Lo cual permitirá que se efectúen retiros proporcionalmente más altos en las cuentas pequeñas, que típicamente pertenecerán a aportantes jóvenes, que por tanto tendrán más tiempo para reponer los montos retirados (también podría tratarse de cuentas de personas mayores de escasos aportes, en cuyo caso, se puede inferir que se trata de personas que ejercen principalmente actividad independiente y que sus ingresos en la edad pasiva no estarán necesariamente vinculados a una pensión).

Los restantes mecanismo. Una cuarta condición refiere a que los pagarés estarían expresados en cuotas del fondo y la obligación se mantendría en la misma unidad de medida. Eso significa, dice Milenio, que es importante en cuanto impone una tasa de interés implícita pero no ambigua y fácilmente comprensible por los suscriptores. “Es decir, la tasa del pagaré sigue la misma suerte que el resto del fondo. En este caso, además, el plazo tiene una importancia secundaria, en la medida que la tasa se ajusta de manera automática y no ambigua”, señala.

Y como quinto mecanismo, propone que el plazo máximo de repago sería el día en que el suscriptor de los pagarés inicie su solicitud de acceso a la pensión. “Es importante dado que se pueden otorgar plazos muy generosos al suscriptor, sin requerimiento de acciones judiciales de cobro, como se explica más adelante”, enfatiza.

El Día

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