El Ejército israelí mantiene hoy la alerta en su frontera con el Líbano ante el temor de que la milicia chií Hezbolá ataque en represalia por la muerte de uno de sus miembros, la semana pasada en Siria.
Las tropas desplegadas en el norte del país han sido reforzadas con artillería y sistemas de defensa aérea, informó este lunes la emisora pública israelí Kan.
Anoche, un dron israelí se estrelló en territorio libanés mientras realizaba una misión a lo largo de la Línea Azul, la demarcación que separa a Israel de Líbano.
Su caída se debió probablemente a un fallo técnico, pero se sigue investigando y se desconoce con exactitud si fue derribado o cayó por una avería.
En los últimos días, Israel ha reforzado su presencia en la zona: la semana pasada desplazó más tropas, restringió la circulación en algunas carreteras cercanas a la frontera al uso de vehículos militares y limitó el tráfico a civiles en ciertas rutas. A pesar de ello, la vida en la región sigue con normalidad.
“No queremos ninguna escalada innecesaria, pero cualquiera que nos ponga a prueba” se enfrentará a fuertes represalias, advirtió el domingo el ministro de Defensa, Beny Gantz, que visitó la zona y se reunió con altos mandos del Ejército.
Israel, aseguró, seguirá garantizando su seguridad en la región, lo que incluye acabar con “el atrincheramiento iraní en Siria, bloquear el traslado” de armamento avanzado a ese país, e “impedir el desarrollo” de misiles guiados de precisión en Siria y Líbano.
Desde hace años, las fuerzas israelíes atacan objetivos de Hezbolá y de grupos armados proiraníes en Siria -donde estos respaldan al régimen de Bachar al Asad- para tratar de impedir que establezcan una presencia militar permanente en la región.
El Ejército israelí prevé que en el corto plazo pueda haber “potenciales acciones enemigas”, después de que Hezbolá amenazase la semana pasada con vengar la muerte de uno de sus miembros en un ataque supuestamente israelí en Damasco (Siria).
DW.