“Los trabajos de defensivos que se han construido para prevenir desbordes de los ríos alcanzan a 1.400 kilómetros, se ha invertido una fortuna para proteger el sector productivo, de hecho, esto ha tenido su valor, porque pudieron haberse incrementado otras miles de hectáreas en pérdidas”, informó el gobernador, Rubén Costas.
Explicó que las cinco fases de protección en las que se ha trabajado en los últimos años han producido excelentes resultados, ahora las autoridades departamentales trabajan para implementar la sexta fase en referencia a la protección de cuencas.
Por su parte, el presidente de la CAO, Reynaldo Díaz, anunció que para “seguir avanzando en la solución” existe una coordinación de trabajo con la Gobernación, autoridades nacionales y municipales, además de los productores.
“Comparado con otros años se ha avanzado mucho en los trabajos de protección, ponderamos el trabajo que se ha venido realizando por parte de la Gobernación a través del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi) y gobiernos municipales, pero sigue habiendo casos que son muy preocupantes y productores que lo han perdido todo”, agregó.
De acuerdo a la evaluación realizada por el Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), el desborde de ríos afectó a 8 comunidades en el municipio de Cabezas y dejó 442 familias damnificadas.
La Gobernación tramita la declaratoria de desastre en esa zona, además del municipio de Yapacaní donde 1.051 hectáreas de cultivos fueron afectadas; mientras que en el municipio de San Pedro, San Julián y San Juan aún se evalúa la cantidad de cultivos afectados.