Delegación de África Occidental llega a Malí para presionar después del golpe

Una delegación de los países de África Occidental llegó este sábado a Bamako para tratar de presionar por un rápido retorno al gobierno civil, cuatro días después del golpe militar que depuso al presidente Ibrahim Boubacar Keita.

La misión de la Comunidad Económica de África Occidental (Cedeao), encabezada por el ex presidente nigeriano Goodluck Jonathan, llegó a Bamako en la tarde del sábado y prevé reunirse con los miembros de la junta militar que tomó el poder y con Keita, quien fue obligado a renunciar y está preso.

En el aeropuerto fue recibida por el coronel Malick Diaw, número dos del Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP), instancia creada por los militares para dirigir el país, y el portavoz de la junta, Ismaël Wagué, constataron corresponsales de AFP.

Las conversaciones conducirían a “algo bueno para el país, bueno para la Cedeao y bueno para la comunidad internacional”, aseguró Jonathan, mediador en la crisis de Malí.

La delegación comenzará su visita con encuentros informativos “con los representantes de la Unión Africana y de la Misión de la ONU para Malí (MINUSMA), y luego se reunirá con embajadores de los países de la Cedeao en Bamako”, según el programa obtenido por la AFP.

En la noche, los enviados visitarán el campamento militar de Kati, en la periferia de Bamako, donde está detenido Keita con una quincena de altos dirigentes civiles y militares, entre ellos el primer ministro, Boubou Cissé, el presidente de la Asamblea Nacional, Moussa Timbiné, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Abdoulaye Coulibaly.

“No estamos de acuerdo con el golpe”

Le presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, fue reelegido en 2018 pero se convirtió en el foco del descontento generalizado

La delegación de la Cedeao se reunirá el domingo en la mañana con los embajadores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Francia, Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña y China).

Los países vecinos de Malí, reunidos en una cumbre extraordinaria, reclamaron el jueves la “reinstalación” del presidente y decidieron enviar una delegación a Bamako para apoyar un “retorno inmediato al orden constitucional”.

Los militares en el poder, que prometieron una “transición política”, fueron aclamados el viernes en el centro de Bamako por miles de partidarios de la oposición, que reclamaban desde hacía meses la salida del jefe del Estado.

“No hay un golpe de Estado, no hay una junta, solo hay malienses que asumen sus responsabilidades”, aseguró Mohamed Aly Bathily, uno de los dirigentes de la coalición Movimiento del 5 de junio (M5-RFP).

El sábado por la mañana, varias decenas de partidarios de Keita intentaron manifestarse en Bamako, pero fueron dispersados por las fuerzas del orden.

“Estamos aquí esta mañana para demostrar que no estamos de acuerdo con el golpe. Pero la gente vino a atacarnos con piedras, y luego las fuerzas del orden aprovecharon esta agresión para dispersar a nuestros militantes”, dijo a la AFP Abdoul Niang, un militante de la Convergencia de las Fuerzas Republicanas (CFR).

Keita, elegido en 2013 y reelegido en 2018 por cinco años, hacía frente desde hace meses a una protesta inédita desde el golpe de Estado de 2012.

Al igual que la ONU, la Unión Europea (UE) pidió el miércoles la liberación inmediata de los prisioneros y “el regreso al Estado de derecho”. Estados Unidos suspendió el viernes la ayuda militar a Malí.

En medio de la crítica situación política, este sábado, cuatro soldados malienses murieron y uno resultó gravemente herido por un artefacto explosivo al paso de su vehículo en el centro de Malí.

Los ataques de los grupos yihadistas, que comenzaron en el norte de Malí en 2012, se extendieron en 2015 al centro del país, causando numerosas víctimas civiles y militares. Esos ataques, combinados con la violencia entre comunidades, se han extendido a los países vecinos, el Níger y Burkina Faso.

AFP.

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