Santa Cruz se alista para celebrar 210 años de independencia, sin embargo, y producto de la pandemia, habrá un discreto festejo en la plaza 24 de Septiembre. Ese día están previstos los discursos de la presidenta Jeanine Áñez, el gobernador Rubén Costas y la alcaldesa interina Angélica Sosa. Pero, no habrá el tradicional desfile cívico.
Según han confirmado las autoridades, la celebración se iniciará con el izamiento de las banderas en el corazón de Santa Cruz de la Sierra, a las 8:30, seguido de la ofrenda floral en el monumento a Ignacio Warnes (8:45) y el Te Deum en la Basílica Menor de San Lorenzo (catedral), a las 10:30, presidida por el monseñor Sergio Gualberti.
El jefe de gabinete de la Gobernación, Daniel Delgado, indicó que esta vez se suspende el tradicional desfile cívico-militar a escala departamental (capital y provincias) debido a la pandemia por el coronavirus. Y en los municipios cruceños, a través de las subgobernaciones, se desarrollarán unas actividades sobrias en honor a los próceres.
En el marco del cumplimiento del decreto, que restringe la aglomeración de personas, solo participarán representantes de las instituciones y las principales autoridades del país y de la región. Están invitados los ministros de Estado.
La Gobernación anunció la entrega de al menos 120 obras. Entre ellas figuran la Terminal Interprovincial de Ascensión de Guarayos (fase 2), la mejora del camino a Santa Rosa, un puente vehicular de Pulquina, la ampliación de la ruta caminera Santa Cruz-Porongo, la mejora de la carretera de Okinawa, la remodelación del estadio Ramón Tahuichi Aguilera, la restauración del templo de San Francisco de Asís de Yotaú, la construcción del Instituto Tecnológico Autonómico de San Julián, la reparación de la piscina olímpica en Santa Cruz y la intervención en la iglesia de Santiago de Chiquitos.
Igualmente, dando cumplimiento a la Ley Departamental 109, se invitó a embanderar viviendas, oficinas, instituciones, edificios, incluso vehículos, para demostrar el amor por Santa Cruz en su aniversario.
El Deber