En una medida drástica y sin precedentes para evitar una mayor propagación de la pandemia del nuevo coronavirus en Estados Unidos , el presidente, Donald Trump, anunció que suspenderá los viajes desde Europa para los extranjeros por 30 días, con excepción del Reino Unido.
En su primer discurso a la Nación desde el Salón Oval de la Casa Blanca, Trump anunció la inédita veda para los países de la Unión Europea en un intento por detener el avance del nuevo coronavirus en Estados Unidos, prometió reducir de manera significativa la amenaza para el país, y, en última instancia, “derrotar” a la pandemia.
“Para evitar nuevos casos que ingresen en nuestras costas, vamos a suspender todos los viajes de Europa a Estados Unidos por los próximos 30 días. Las nuevas reglas comenzarán a regir el viernes a medianoche. Estas restricciones serán ajustadas a las condiciones en el terreno”, anunció Trump, quien leyó su discurso en un tono calmo y solemne.
Trump dijo que habrá excepciones para la veda europea para norteamericanos que sean revisados apropiadamente y el Reino Unido. El mandatario dijo en su discurso que las prohibiciones, que se aplicarán los países del área Schengen, también regirán para el comercio de bienes “a medida que consigamos aprobación”. Pero la Casa Blanca aclaró luego que el comercio quedará exceptuado. Y el propio Trump también indicó en Twitter que la prohibición es para la gente, no para el comercio. La nueva tenaza imprimirá de todos modos un golpe mayor a la economía. La Unión Europea es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Interior y la Casa Blanca informaron luego del discurso que la veda no se aplica a los residentes legales permanentes, en general, y a los familiares directos de ciudadanos estadounidenses, entre otras excepciones. Además, la proclama presidencial indica que la prohibición se aplica a los extranjeros que estuvieron fisicamente presentes en algunos de los países del área Schengen durante un período de 14 días previo a su intento de viajar a Estados Unidos.
“Desde el principio del tiempo, las naciones y los pueblos han enfrentado desafíos imprevistos, incluyendo amenazas de salud a gran escala. Es como ha sido siempre, y cómo será. Sólo importa cómo se responde, y estamos respondiendo con gran velocidad y profesionalismo”, dijo Trump, al inicio de su discurso.
Además de anunciar las nuevas restricciones de viajes desde Europa, Trump intentó llevar algo de calma sobre la salud de la economía, que ha sufrido ya un duro golpe por la pandemia: “Esto no es una crisis financiera. Esto es solo un momento que superaremos juntos como nación, y mundo”, afirmó el mandatario.
Así y todo, Trump anunció un paquete de medidas para prevenir un daño mayor a la economía, pilar de su popularidad, incluidos préstamos para las pequeñas y medianas empresas y la postergación del pago de impuestos por unos US$ 200.000 millones. Además, dijo que solicitará al Congreso que recorte adicional al impuestos a las nóminas salariales.
“Estamos en una fase crítica en la lucha contra el virus”, dijo el mandatario. “No nos demoraremos. Nunca dudaré en tomar los casos necesarios para proteger la vida y la salud de los norteamericanos. Siempre pondré el bienestar de Estados Unidos primero”, agregó.
“Estamos todos juntos en esto. Debemos dejar la política de lado, el partidismo y unirnos como nación”, abogó. “Nuestro futuro sigue siendo más promisorio de lo que nadie hubiera imaginado”, insistió.
El discurso de Trump, que sembró confusión antes de las aclaraciones oficiales, buscó resetear el mensaje y la respuesta de su gobierno a la pandemia, la peor crisis que enfrentó el magnate desde su llegada a la Casa Blanca. Trump había hecho hercúleos esfuerzos por minimizar la crisis. A fines de febrero, había dicho que el virus estaba “bajo control”, y que era “como la gripe”. Incluso hasta ayer, había seguido en la misma línea: “Se irá. Mantengan la calma”, dijo, luego de reunirse con legisladores en el Congreso para discutir medidas para insular a la economía.
La Casa Blanca quedó mal parada y bajo una ola de críticas por su manejo de la crisis. Una y otra vez, Trump, el vicepresidente, Mike Pence, y sus funcionarios aseguraron que todas las personas que quisieran ser examinadas para verificar si habían sido contagiadas o no podía someterse a una prueba. Pero los reclamos por la falta de acceso a las pruebas se multiplicaron con el avance de la pandemia.
Estados Unidos es el país con mayor cantidad de personas diagnosticadas con Covid-19 en el Hemisferio Occidental. Ya hay más de 1100 casos, y uno de los principales funcionarios del gobierno federal al frente de la crisis advirtió en el Congreso que la pandemia “empeorará”, y contradijo al presidente al afirmar que la enfermedad era más letal que la gripe.
“Veremos más casos, y las cosas empeorarán más”, advirtió el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Contagiosas, Anthony Fauci. “Este es un problema realmente serio que debemos tomar en serio. La gente siempre dice, bueno, la gripe hace esto, la gripe hace eso. La gripe tiene una tasa de mortalidad del 0,1%. Esto tiene una tasa de mortalidad de diez veces eso”, agregó.
La pandemia ya ha provocado un daño profundo en la economía. Un nuevo derrape de los mercados puso punto final a la racha alcista más prolongada en la historia de Wall Street, y marcó el creciente pesimismo entre los inversores. El índice Dow Jones perdió un 5,9%, y acumuló una caída superior al 20% desde su último pico, el 12 de febrero, una brutal corrección que marca el fin de la histórica trepada en el mercado durante los últimos 11 años, desde las cenizas de la crisis financiera global, y augura tiempos de crisis.
“Veremos más casos, y las cosas empeorarán más”, advirtió el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Contagiosas, Anthony Fauci. “Este es un problema realmente serio que debemos tomar en serio. La gente siempre dice, bueno, la gripe hace esto, la gripe hace eso. La gripe tiene una tasa de mortalidad del 0,1%. Esto tiene una tasa de mortalidad de diez veces eso”, agregó.
La pandemia ya ha provocado un daño profundo en la economía. Un nuevo derrape de los mercados puso punto final a la racha alcista más prolongada en la historia de Wall Street, y marcó el creciente pesimismo entre los inversores. El índice Dow Jones perdió un 5,9%, y acumuló una caída superior al 20% desde su último pico, el 12 de febrero, una brutal corrección que marca el fin de la histórica trepada en el mercado durante los últimos 11 años, desde las cenizas de la crisis financiera global, y augura tiempos de crisis.
Tras el anuncio de Trump, el Nikkei japonés se desplomaba más del 5%, anticipando otro día rojo para los mercados financieros.
Como muestra de la parálisis que ya comenzó a afectar el país, varia empresas ya han congelado las contrataciones y han reducido sus inversiones, las aerolíneas atraviesan una crisis que se veía desde los atentados del 11-S, y Amtrak, la empresa nacional de trenes, informó una caída del 50% en las reservas de billetes, y un aumento del 300% en las cancelaciones. “A este ritmo, es probable que suframos la pérdida de varios cientos de millones de dólares en ingresos durante el año fiscal, y podríamos perder más”, avizoró la compañía.
LA SITUACIÓN DE AMÉRICA LATINA
Después de que Brasil confirmara el primer caso de coronavirus en América Latina hace 15 días, el virus se expandió hasta este miércoles a 15 países dejando a su paso a 152 infectados y dos muertos.
La Organización Mundial de Salud (OMS) anunció este miércoles que el coronavirus (Covid-19) puede definirse como una “pandemia”, después de que el número de casos afectados fuera de China se ha multiplicado por 13 en dos semanas.
El primer caso que se confirmó en Latinoamérica, de Covid-19, fue en Brasil el 26 de febrero en un hombre de 61 años que había viajado a Italia y tras los análisis correspondientes dio positivo por coronavirus. Actualmente existen 38 casos confirmados, pero el presidente de esa nación, Jair Bolsonaro, “restó importancia a la enfermedad, al señalar que hay un elemento de ficción o fantasía sobre el brote del virus”.
México fue el segundo país en reportar un caso de Covid-19. El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud mexicano, Hugo López-Gatell Ramírez, informó el 29 de febrero del contagio de un hombre de 35 años en Ciudad de México, quien recientemente estuvo en Italia. En la actualidad existen ocho infectados.
El tres de marzo Argentina fue el tercer país en informar de un brote de coronavirus en la región. El paciente fue un hombre de 43 años que arribó de Milán, Italia, y se atendió en una clínica privada de la capital argentina. Hasta la fecha existe un muerto y 19 casos confirmados.
Un día después, Chile dio a conocer su primer caso de coronavirus en una persona de 33 años, oriunda de San Javier, quien presuntamente habría viajado durante un mes por distintos países del sudeste asiático, particularmente en Singapur. Hasta la fecha el virus se propagó a 23 pacientes más.
El 10 de marzo, autoridades de salud de Panamá confirmaron el primer caso de Covid-19 en una mujer de 40 años que arribó al país desde España. A los pocos días la enfermedad se propagó a ocho pacientes y uno de ellos falleció. La víctima es un hombre de 64 años que padecía diabetes y una neumonía bacteriana.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció reducción de salarios de los empleados públicos y endeudamiento para enfrentar al coronavirus y la caída del precio de petróleo. Hasta la hecha en ese país existen 17 casos confirmados de Covid-19.
República Dominicana registra 5 casos confirmados, Jamaica 1, Honduras 2, Costa Rica 13, Colombia 9, Perú 11, Costa Rica 13, Paraguay 5 y Bolivia 2. Venezuela no registró ni un caso de Covid-19 así como Uruguay.
Según la información que manejan el Ministerio de Salud y la OPS/OMS el 80% de los casos no requiere hospitalización o cuidados especiales para curarse. A la fecha se reportaron un total de 125.865 casos confirmados en todo el mundo, de los cuales 67.003 ya se han recuperado.
A la fecha Bolivia fue el último país es reportar dos casos de coronavirus en personas de la tercera edad, de 60 y 65 años. A causa de aquello se generó susceptibilidad en la población y se produjeron grandes filas en las farmacias de Oruro y Santa Cruz, lugares donde radican las personas diagnosticadas con Covid-19, para la compra de barbijos y alcohol en gel. Escenarios similares se dieron en otros ligares del país.