Venezuela denunció este jueves que un buque de guerra de Estados Unidos se aproximó a 16,1 millas náuticas (unos 30 km) de sus costas, lo que calificó como una “provocación” cuando el país caribeño recibe cargamentos de gasolina provenientes de Irán, en medio de una grave escasez.
“Es un acto de provocación. Sabemos bien que estamos recibiendo el apoyo solidario del combustible de la república de Irán“, dijo el ministro de Defensa venezolano, general Vladimir Padrino López, en declaraciones transmitidas por la televisora estatal VTV.
Un portavoz del Comando Sur de Estados Unidos confirmó a la AFP el despliegue del buque USS William P. Lawrence (DDG 110), clase Arleigh Burke de la Armada de Estados Unidos, en desafío a un “excesivo reclamo marítimo de Venezuela en aguas internacionales”. La operación llevada a cabo el miércoles, agregó el vocero, fue “exitosa”.
Previamente, en un comunicado difundido por el canciller Jorge Arreaza, el gobierno de Nicolás Maduro acusó al Comando Sur de “intenciones intimidatorias” al desplegar al destructor con misiles “en la Zona Contigua venezolana, a una distancia de 16,1 millas náuticas de las costas venezolanas”.
“Se trata a todas luces de un acto deliberado de provocación, por demás errático e infantil”, expresó el documento.
La Zona Contigua se extiende hasta 24 millas náuticas (44 km) de las costas de un país y, según la ONU, este tiene jurisdicción en materia aduanera, fiscal, migratoria o sanitaria en esa área. El límite del mar territorial, en tanto, son 12 millas náuticas (22 km).
La tripulación del USS William P. Lawrence, según Caracas, alegó en comunicación con las autoridades venezolanas que realizaba “operaciones de patrullaje contra el narcotráfico”.
Venezuela denuncia frecuentemente la presencia de embarcaciones militares de Estados Unidos en las proximidades de sus costas.
“Le decimos a los Estados Unidos, a sus autoridades, sus Fuerzas Armadas, que nosotros estamos dispuestos a defender nuestra soberanía. Ustedes pueden navegar por nuestra Zona Contigua (…), lo que no pueden hacer son operaciones militares”, expresó Padrino López.
El pasado 16 de julio, el gobierno venezolano dijo que el barco USS Pinckney había ingresado un día antes de “manera furtiva” a la Zona Contigua venezolana, lo que en ese momento también calificó como una “provocación”.
“Controles excesivos”
“El régimen ilegítimo de Maduro reclama indebidamente controles excesivos sobre aguas internacionales”, respondió el Comando Sur.
Washington desconoce el segundo mandato del gobernante socialista, al considerarlo producto de elecciones fraudulentas, y acepta como presidente encargado de Venezuela al líder parlamentario opositor Juan Guaidó.
Estados Unidos desplegó el USS William P. Lawrence y otros barcos de la Marina y la Guardia Costera en el marco de la vasta operación antidrogas en el Caribe anunciada a principios de abril por el presidente Donald Trump.
El 26 de marzo, el Departamento de Justicia anunció cargos contra Maduro por “narcoterrorismo” y el gobierno de Trump ofreció hasta 15 millones de dólares por información que permita su arresto.
Las nuevas tensiones coinciden con la llegada a Venezuela esta semana, según datos de la web Marine Traffic, de dos buques de Irán cargados con gasolina. Teherán y Caracas han ido estrechando relaciones entre sanciones financieras impuestas por Washington.
A finales de mayo y principios de junio, el país sudamericano recibió embarcaciones iraníes con 1,5 millones de barriles de combustible.
La escasez de gasolina se ha disparado en Venezuela ante el colapso de su industria petrolera. La estatal PDVSA, que producía 3,2 millones de barriles diarios de crudo hace doce años, oferta menos de 400.000 barriles diarios en la actualidad según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
AFP.