Fieles musulmanes volvieron el domingo a La Meca para efectuar la umrah, la peregrinación menor, en medio de estrictas medidas de precaución tras siete meses de interrupción debido al covid-19.
En pequeños grupos, rodeados de personal sanitario que supervisaba el uso de la mascarilla y la distancia social, estos fieles empezaron a efectuar el “tawaf”, que consiste en dar siete vueltas a la Kaaba, construcción cúbica en el centro de la Gran Mezquita de La Meca.
Esta peregrinación puede realizarse durante todo el año a diferencia del hach, que tiene lugar una vez al año. Normalmente, millones de fieles de todo el mundo acuden al lugar para efectuarla.
“En una atmósfera de fe (…), el primer grupo de fieles empezó la peregrinación (menor) entre las medidas de precaución previstas”, anunció el domingo el ministerio del hach y de la umrah en Twitter.
Debido a la pandemia, las autoridades sauditas decidieron reanudar la peregrinación menor en tres etapas, con medidas para intentar evitar cualquier contagio, como hicieron a finales de julio durante el hach.
En una primera etapa, sólo 6.000 sauditas y residentes extranjeros serán autorizados cada día a partir de domingo a realizar esta peregrinación.
Los 6.000 fieles se dividirán en 12 grupos para permitir la fluidez de movimiento y garantizar el respeto de la distancia física durante las vueltas alrededor de la Kaaba, explicó el ministro del hach, Mohamed Benten, la semana pasada en la televisión saudita.
El 18 de octubre, el número de fieles (sauditas y residentes extranjeros) autorizados a realizar esta peregrinación aumentará a 15.000 por día y otros 40.000 serán admitidos en la Gran Mezquita para las oraciones diarias.
Los fieles procedentes del extranjero serán autorizados a partir del 1 de noviembre, cuando el número de peregrinos admitidos ascenderá a 20.000 por día y el de las personas autorizadas a realizar las oraciones a 60.000.
Los países de origen de los peregrinos extranjeros serán seleccionados por el ministerio de Salud según la evolución de la pandemia del nuevo coronavirus.
Deseo de los musulmanes
Las autoridades decidieron volver a autorizar la umrah para responder a los deseos de “los musulmanes del país y del extranjero” para visitar los lugares santos, explicó el ministerio del Interior.
El retorno a la normalidad sólo se decidirá una vez que las autoridades competentes hayan concluido que “todo riesgo (de contagio) queda definitivamente descartado”, añadió.
Los fieles no podrán tocar, como solían hacerlo, la Kabaa, y la Gran Mezquita será esterilizada regularmente todos los días, y antes y después del paso de cada grupo.
Durante el último hach, que tuvo lugar entre finales de julio y principios de agosto, sólo participaron una decena de miles de fieles residentes en Arabia Saudita, contra 2,5 millones de participantes llegados de todo el mundo en 2019.
Esta drástica reducción del número de peregrinos y las restricciones sanitarias permitieron a las autoridades afirmar que no hubo contagio alguno por coronavirus.
La celebración no reportó ningún beneficio económico al país, cuando normalmente genera miles de millones de dólares al año.