El gobierno de Luis Arce presentó ayer cifras que reflejan una debacle económica y culpó de todo a la administración de Jeanine Añez, después de relativizar los efectos de la pandemia de la Covid.
“La gestión económica del gobierno transitorio lo que ha hecho es acelerar la caída de la actividad económica del país. En todas partes del mundo se ha sentido obviamente que la pandemia ha bajado la actividad económica, pero en ninguna economía del mundo se ha visto que el propio gobierno acelere esta caída”, aseguró el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
La autoridad suscribió ayer la segunda revisión del Programa Financiero 2020 con el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Roger Edwin Rojas.
El documento prevé un decrecimiento de 8,4% y una inflación acumulada de 1,1% para el cierre de esta gestión. Además, se tiene previsto un déficit fiscal de 32.402 millones de bolivianos.
Durante toda la exposición del ministro, mencionó la palabra “pandemia” en tres oportunidades, mientras que términos como “gobierno transitorio” fueron utilizados en al menos siete oportunidades, todas ellas en contextos negativos.
De acuerdo con el titular de Economía, se debió realizar la segunda revisión del Programa Financiero porque las proyecciones de la gestión de Añez sobre el desarrollo de la economía fueron “fantasiosas e irreales”.
“El gobierno transitorio en su programa financiero ha establecido una tasa de crecimiento del -6,2% para fin de año. Hoy tenemos un decrecimiento de -11,1%, esto significaba una recuperación gigante de la economía, que por la ineptitud y la falta de claridad de sus políticas es fantasioso e irreal”, indicó Montenegro.
La autoridad indicó que la principal causa del deterioro de las variables macroeconómicas se debió al “abandono de la inversión pública como el motor de la economía nacional”.
Sostuvo que durante la gestión de Añez, esta se redujo en un 66%, comparada con los niveles alcanzados el año pasado.
“A la fecha tenemos el dato del crecimiento al primer semestre de -11,1%, la inversión pública registra una caída de más de 2.000 millones de dólares, ahí está el elemento que explica por qué la economía boliviana no ha podido recuperarse. Claro, si el elemento dinamizador es eliminado, arrojado al precipicio, obviamente los resultados son esos, una recesión profunda, generalizada en toda la economía boliviana”, apuntó el ministro.
Montenegro señaló también que “irresponsablemente” el gobierno de transición proyectó en su primer Programa Financiero 2020 un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 3,5% para esta gestión, que luego fue ajustado a -6,2%, lo que consideró como “incoherente”.
“No es responsable desde el punto de visto teórico ni desde el punto de vista aplicado lo que se planteó en ese programa financiero”, manifestó en el acto.
No obstante, el ministro no explicó que al momento de presentarse la primera proyección del programa, en febrero, todavía no se conocían los efectos negativos que la pandemia iba a causar en la economía mundial.
“En concreto, el gobierno de transición, tanto en su programa fiscal financiero inicial y su primera revisión, lo que muestran ahí es una contracción de la actividad de inversión pública y una cifra fantasiosa del crecimiento de 3,5%, para luego retractarse y decir que la economía iba a caer, algo totalmente incoherente e ilógico”, afirmó la autoridad.
Por su parte, el presidente del ente emisor aseveró que las políticas adoptadas por el gobierno de Añez fueron “insuficientes e ineficaces” para enfrentarse al contexto internacional adverso generado por la pandemia de la Covid-19, ya que las medidas no lograron atenuar la caída de la actividad económica ni dar certidumbre a la población.
“En un momento en el que la economía nacional necesitaba políticas expansivas, la decisión del gobierno transitorio de reducir la inversión pública debilitó la demanda interna, ahondando los efectos negativos de la pandemia sobre la actividad económica”, expresó Rojas.
Montenegro aseguró que el gobierno de Luis Arce impulsará nuevamente la inversión pública como “motor de la economía”, así como continuar con la industrialización de las materias primas por parte de las empresas públicas y reactivar el modelo económico social, comunitario y productivo que implementó el mandatario cuando era responsable de la cartera de Economía.
Asimismo, indicó que una prueba de que el modelo funciona es que a pesar de la caída de los precios internacionales de las materias primas en 2014, el país siguió con cifras positivas.
“Cuando se decía que los precios de los commodities explicaban toda la bonanza y los resultados del modelo económico, nadie quiso explicar que cuando los precios cayeron, igual la economía boliviana seguía con su performance de crecimiento”.
Montenegro agregó que esa fue una “prueba tácita” de que el modelo funciona, no a partir de la bonanza de los precios, sino a través de la inversión pública.
El ministro sostuvo que el Bono Contra el Hambre, que comenzó a pagarse en todo el país hace sólo unos días, también influirá en la reactivación de la economía y que “una buena parte” de los ahorros de los que todavía dispone el Estado son resultado “del periodo de los 14 años” de gobierno de Evo Morales.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, señaló ayer que la falta de planificación económica respecto a las medidas de confinamiento por la pandemia del gobierno de transición de Jeanine Añez generó las altas tasas de desempleo registradas en el país por estos días.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que la tasa de desempleo trepó al 8,7% en octubre de 2020 y marcó un pico del 11% en el momento más fuerte de la pandemia, en junio.
“En la administración del gobierno transitorio ha habido una incertidumbre por el retorno del modelo neoliberal, el fundamentalismo del mercado, creer que el mercado lo arregla todo, medidas orientadas a favorecer al empresariado privado, que no ha reaccionado como ellos tenían previsto. Se ha paralizado la inversión pública de manera grotesca, se ha confinado a la economía boliviana y a los agentes económicos sin ninguna planificación y el resultado son las elevadas tasas de desempleo”.
De acuerdo con Montenegro, la gestión de Añez, al afectar la inversión pública, eliminó el elemento dinamizador de la economía, dejándola indefensa ante los embates de la pandemia.
“A la fecha tenemos el dato del crecimiento al primer semestre de -11,1%, la inversión pública registra una caída de más de 2.000 millones de dólares, ahí está el elemento que explica por qué la economía no ha podido recuperarse. Claro, si el elemento dinamizador es eliminado, obviamente los resultados son esos, de una recesión generalizada en toda la economía”, agregó el titular de Economía.
Página Siete