Los líderes del Golfo firman un acuerdo que pone fin a la disputa con Catar

Los líderes del Golfo firmaron un acuerdo para poner fin a sus tres años ruptura diplomática con Qatar en una cumbre en Arabia Saudita.

El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, inauguró este martes la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) con agradecimientos a Kuwait y a Estados Unidos por “cerrar la brecha” entre varios miembros del organismo, enfrentados desde 2017. 

El príncipe heredero saudí dio el discurso de apertura en lugar de su padre, el anciano monarca Salman bin Abdulaziz, en el que agradeció “los esfuerzos de Kuwait y EE. UU. para cerrar la brecha” entre Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Egipto, por un lado, y Catar, por otro.

Bin Salman apuntó que estos “esfuerzos” llevaron a alcanzar la denominada Declaración de Al Ula, que fue firmada por todos los países miembros (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Kuwait, Omán y Catar) con el objetivo de “fortalecer los lazos de amistad y hermandad” entre ellos, aunque por el momento se desconoce el contenido de este acuerdo de principios. 

Asimismo, el príncipe heredero apeló a la unidad árabe y a la “responsabilidad” para “detener los programas y proyectos que amenazan la paz y la seguridad regionales e internacionales”, en referencia a los planes nucleares y balísticos de Irán, que -afirmó- sirven los intereses de “actividades terroristas”.

“Hoy, tenemos una gran necesidad de unir nuestros esfuerzos para hacer avanzar nuestra región y hacer frente a los desafíos que nos rodean”, concluyó el joven príncipe saudí, hombre fuerte del reino y que de facto sustituye al rey en muchas reuniones y citas destacadas.

Por su parte, el emir de Kuwait, Nawaf al Ahmad al Jaber al Sabah, cuyo país ha mediado en la disputa desde 2017, dijo durante la ceremonia de apertura que el acuerdo que se alcanzará en la cumbre de este martes es a favor de “la cohesión y la unidad de la nación árabe”. 

Mientras, el emir de Catar, Tamim bin Hamad al Zani, acudió por primera vez a la cumbre del CCG desde 2017, cuando sus tres vecinos y Egipto rompieron relaciones diplomáticas con Doha por “patrocinar el terrorismo” e “interferir en los asuntos internos” de esos países, y por su cercanía con Teherán y Ankara. 

La crisis con Catar, una de las más graves que ha experimentado el CCG desde su creación en 1981, ha afectado a la región, sobre todo al pequeño emirato que se ha visto aislado diplomáticamente y comercialmente.

DW.

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