Irán aseguró que el petrolero surcoreano no fue incautado como un acto de toma de rehenes sino por provocar contaminación medioambiental, aunque se quejó al mismo tiempo del bloqueo de dinero iraní por parte de Seúl.
El portavoz gubernamental, Alí Rabií, reconoció en rueda de prensa que están “acostumbrados a esas acusaciones” pero que en este caso es el Gobierno de Corea del Sur el que “con vanas excusas ha tomado como rehén más de 7.000 millones de dólares” de Irán y ha puesto “obstáculos” a su devolución para comprar medicinas.
Debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Irán, Corea del Sur ha bloqueado en sus bancos 7.000 millones de dólares pertenecientes a Irán, por lo que han saltado las alarmas de que la detención del petrolero MT Hankuk Chemi ayer en el golfo Pérsico sea una forma de presión.
Al respecto, Rabií subrayó que la incautación se ha llevado a cabo “siguiendo una orden judicial” y debido a la “contaminación” que estaba provocando el barco, que fue notificado -indicó- con “advertencias”.
También afirmó que es “un tema normal”, al igual que destacó anoche el portavoz de Exteriores, Said Jatibzadeh, intentando restar importancia a lo sucedido y descartando la motivación política.
“Según los informes iniciales de las autoridades locales, el problema es totalmente técnico. No es un caso excepcional y ha ocurrido en casos similares en Irán y en aguas de otros países”, dijo Jatibzadeh.
El MT Hankuk Chemi había partido del puerto de Al Yubail en Arabia Saudí con destino a los Emiratos Árabes Unidos cuando fue detenido por la Guardia Revolucionaria de Irán y trasladado al puerto iraní de Bandar Abás, donde se abrirá un proceso judicial.
DW.