La calificadora internacional advirtió el bajo PIB per cápita, el aumento de la deuda pública y la limitada flexibilidad fiscal y monetaria del país.
Standard & Poor’s (S&P) Global Ratings bajó la perspectiva de Bolivia de estable a negativa debido a su bajo PIB per cápita, el aumento de la deuda pública y la limitada flexibilidad fiscal y monetaria.
“Revisamos nuestra perspectiva de Bolivia de estable a negativa y afirmamos nuestras calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda local y extranjera de B+”, explicó la calificadora internacional.
El panorama que ve S&P Global Ratings no es muy alentador, ya que advierte una “perspectiva negativa que refleja probabilidad de una rebaja en los próximos seis a 18 meses si el perfil fiscal o externo del soberano empeora más allá de nuestro escenario base”.
“Las calificaciones de Bolivia reflejan su bajo PIB per cápita (que proyectamos en $us 3,500 en 2021), el aumento de la deuda pública y la limitada flexibilidad fiscal y monetaria. Las debilidades institucionales, caracterizadas por una toma de decisiones centralizada, una débil independencia de las instituciones, controles y equilibrios bajos y un panorama político polarizado limitan la visibilidad de las políticas futuras”.
En el escenario a la baja, la calificadora asegura que la falta de moderación del reciente aumento de la carga de la deuda del Gobierno podría debilitar las finanzas públicas y llevar a una rebaja.
Asimismo da cuenta de varios años de “grandes déficits en cuenta corriente” que debilitaron la estrecha posición de deuda externa neta de Bolivia.
“La erosión persistente del perfil externo del país aumentaría la vulnerabilidad a los choques externos, lo que llevaría a una rebaja”, apuntó S&P.
Mientras que en un escenario al alza dice que la perspectiva puede pasar a estable durante el mismo periodo si se aplican políticas fiscales correctivas para estabilizar el “reciente aumento en la carga de la deuda del Gobierno”, que contienen los costos de los intereses y moderan el déficit en cuenta corriente para contener las vulnerabilidades externas.
Fuente: Página Siete