Ante la caída en la producción de líquidos, de enero a mayo se importaron $us 342,8 millones de diésel y $us 179,9 millones de gasolina.
En el segundo año de la pandemia, el valor de las importaciones de gasolina y diésel casi igualan el ritmo de compras de 2019. Ante la caída en la producción de líquidos, el país recurre al exterior para adquirir estos carburantes y atender el mercado interno.
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Expertos advierten que esa tendencia continuará, mientras el país no logre producir mayor cantidad de gas y los líquidos asociados.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), elaborados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), dan cuenta que de enero a mayo de este año las importaciones de gasolina sumaron 179,9 millones de dólares, es decir a un ritmo de 35,9 millones de dólares por mes. Si la tendencia mensual continúa, hasta fin de año se gastarán 431,8 millones de dólares en traer del exterior el combustible.
En 2019, antes de la pandemia, las importaciones de este carburante sumaron 569,9 millones de dólares y en 2020 cayeron a 157,8 millones de dólares. Bolivia importa gasolina principalmente de Argentina, Perú, Estados Unidos (EEUU), Panamá y este año incluso se trajo desde Bélgica y Luxemburgo, según datos oficiales (ver gráfica).
Diésel
Las importaciones de diésel a mayo suman 342,8 millones de dólares a un valor por mes de 68,5 millones de dólares. Si la tendencia persiste hasta fin de año, se alcanzará 822,8 millones de dólares (ver gráfica).
En comparación con 2019, cuando se importó 912,7 millones de dólares, en 2020 las compras bajaron a 706,3 millones de dólares.
El analista del sector Hugo Del Granado explicó que las importaciones de gasolina especial y diésel este año responden a una recuperación de la actividad económica, el incremento del parque automotor y la demanda de la industria y el agro.
También existe un mayor requerimiento de los sistemas aislados de generación eléctrica que funcionan a diésel.
Pero Del Granado remarcó que las importaciones de combustibles va en ascenso, sobre todo por la imposibilidad de aumentar la producción de líquidos.
El Ministerio de Hidrocarburos proyecta que este año la demanda de combustibles refinados como el diésel oil, la gasolina especial y el gas licuado de petróleo (GLP) aumentará en 22,1%, 24,4% y 35,2%, respectivamente.
En su informe de rendición pública de cuentas inicial de este año, esa cartera de Estado informó que en 2019 la producción de líquidos alcanzó 45.290 barriles por día (BDP), pero en 2020 la oferta bajó a 41.660 BDP.
“Existe una tendencia ascendente en la importación ante la imposibilidad de aumentar la producción”, precisó.
El exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos sostuvo que las importaciones también aumentan en valor por el precio del petróleo y se importa más porque se produce menos.
El analista Franceso Zaratti indicó en una nota anterior que las importaciones significa una salida de divisas.
Fuente: Página Siete