Luis Arce Catacora usó su tiempo para arremeter contra la oposición y el Gobierno transitorio. Pese a las interrupciones, el mandatario continuó su discurso con los voceríos de fondo. Paradójicamente, el vicepresidente hizo un discurso completamente diferente al de Arce.
Bochorno en la Asamblea Legislativa y en los actos de conmemoración del 6 de agosto. Durante la primera mención que hizo el presidente Luis Arce Catacora al supuesto ‘golpe de Estado’ de 2019, comenzaron las interrupciones que fueron subiendo de tono con el pasar de los minutos, al igual que las palabras del propio mandatario que usó su tiempo para arremeter contra la oposición en lo que se esperaba un discurso con otro matiz por ser un aniversario patrio.
“Luego del golpe de Estado de 2019”, fue lo que atinó a mencionar Arce Catacora, cuando las voces de “fraude”, “fraude” empezaron a emerger por parte de los asambleístas opositores presentes en el hemiciclo de la Asamblea.
Pero las respuestas no se hicieron esperar. Los legisladores oficialistas, del Movimiento Al Socialismo, también tenían preparada una iniciativa para alimentar el bochorno y vergonzoso acto de celebración del Día de la Independencia.
Los masistas desenfundaron pancartas que fueron levantadas durante la interrupción, en las cuales se leía la frase ‘fue golpe’ y a los gritos de “Lucho, Lucho” sobrepasaron las voces opositoras y de esta manera también callaron la palabra de Arce Catacora que no escondió su incomodidad, mientras los miembros de su bando no escondían sus risas.
Vano fue el intento del canal de televisión estatal de bajar el volumen a su transmisión, el bochorno ya era el protagonista. Las imágenes también fueron retiradas durante unos instantes.
Los legisladores hicieron caso omiso al llamado de orden
“Hermanos, por favor, no empañemos la celebración de la Independencia de Bolivia. No caigamos en ninguna provocación, pero tomen asiento. Pido a los asambleístas guardar respeto a la investidura de nuestro presidente. El pueblo bolivianos está viendo quiénes quieren empañar este acto de celebración”, atinó a decir el vicepresidente David Choquehuanca, quien pidió a Arce que prosiga con su discurso.
Paradójicamente el vicepresidente hizo un discurso completamente diferente al de Arce; incluso llamó a una reconciliación.
Las voces no callaron. Arce quiso continuar, pero volvió a ser interrumpido por ambos bandos. Las voces de “Lucho, Lucho” buscaban aminorar las interrupciones de los opositores con el grito de “fraude, fraude” y “democracia sí, dictadura no”.
“Luego del golpe de Estado de 2019 que colocó en el Órgano Ejecutivo a un Gobierno inconstitucional e ilegítimo empezamos a salir de la crisis política gracias a la unidad, lucha y conciencia del pueblo boliviano“, apuntó Arce Catacora, en referencia al 55% de los votos que se consiguieron en las pasadas elecciones nacionales.
Arce reconoció que su victoria en las elecciones no hubiese sido posible sin el bloqueo nacional de caminos y las huelgas del Pacto de Unidad y la Central Obrera Boliviana en agosto de 2020 (fechas en las que también se bloqueó el paso de tanques de oxígeno a la zona occidental del país y por la que murieron decenas de bolivianos).
“Sin ambas medidas de lucha, resistencia y movilización instaladas en la conciencia y la memoria larga de nuestros pueblos la democracia no se habría recuperado y el Gobierno de facto hubiera continuado en su afán de prorrogarse en el poder utilizando la pandemia como pretexto para seguir vulnerando derechos”, sostuvo el mandatario en la conmemoración del 6 de agosto.
Tras estas palabras, el presidente tuvo que detenerse, nuevamente.
Posterior a eso afirmó que los11 meses de gobierno transitorio quería restituir la “república colonial” y volver a instaurar el “fracasado modelo neoliberal”.
“Fuimos testigos que estos grupos antipatria buscan la miseria de la población y el enriquecimiento de unos cuantos, la entrega de nuestros recursos naturales y la quiebra de nuestras empresas estatales para entregárselas a las transnacionales”, sostuvo el presidente.
“Nos dejaron sin recursos, sin salud, sin educación, sin institucionalidad, sin cultura, sin derechos humanos ni libertad de expresión como en todas las dictaduras de nuestras historia”, continuó Arce Catacora en su discurso del 6 de agosto.
Nuevamente se tuvo que llamar a la tranquilidad a los asambleístas, pero el pedido del vicepresidente Choquehuanca fue en vano. “Cuidemos la imagen, el país nos está viendo, la comunidad internacional nos está observando”, apuntó, pero la vergüenza nacional ya estaba dada.
Por Alvaro Rosales
Fuente: El Deber