El protocolo de entierros Covid se mantiene, pero la gente se aferra a costumbres

Foto: Leyla Mendieta

La normativa se aprobó en marzo del 2020 y no tuvo cambios. Pese a prohibiciones, hay funerarias que aceptan trasladar un cuerpo a provincias y familiares que buscan realizar velorios. En la terminal Bimodal hacen el control correspondiente.

Tras casi un año y medio de pandemia de coronavirus en el país, se mantiene vigente el protocolo para el tratamiento de los cadáveres Covid-19; sin embargo, pese a las prohibiciones hay quienes prefieren mantener tradiciones y se dan modos para hacer los velorios y el traslado del cuerpo de un municipio a otro.

Muchos acuden a la capital cruceña a buscar auxilio, porque en los municipios de provincias no cuentan con terapias intensivas para pacientes graves y no siempre pueden vencer al virus y fallecen, con lo que comienza la peregrinación. No todas las funerarias aceptan realizar el servicio de traslado.

La gente que tiene a su familiar fallecido entra una a una a las funerarias. Una persona recorrió a alrededor del hospital donde falleció su ser querido, consultando la mejor forma de llevarlo a su lugar de origen: ¿Qué le dijeron en otra funeraria?, porque no es algo permitido, pero se puede buscar la forma de hacerlo”, le dieron como respuesta en una.

En ese lugar el funcionario intenta estudiar formas, pero dice que no es sencillo, por eso hace algunas consultas y, finalmente, le dice: “son 5.500 bolivianos hasta la Chiquitania, pero con todos los trámites incluidos, considerando si se traslada en un carro funerario o si no está disponible en otro vehículo, lo recomendable es que llegue directo al cementerio”.

Este no es el único caso, porque en otra funeraria también le ofrecen similar servicio y le indican que cuesta alrededor de tres bolivianos con cincuenta centavos el kilómetro.

En otras zonas, hay funerarias que le cierran la posibilidad y le dicen que no es posible un traslado. “Eso no se puede hacer, tienen que incinerarlo, es un lío en las trancas, donde revisa la Policía”, dice uno de los funcionarios que ofrecen este servicio.

No se dan por vencido

En algunos municipios la gente busca trasladar el cuerpo de su difunto hasta en expresos de trufis. El médico Juan Carlos Arancibia, quien desde el inicio de la pandemia atiende pacientes Covid-19, primero en San Julián y desde hace unos meses en Cuatro Cañadas, cuenta que conoció varias familias que sufrieron la pérdida de un familiar por Covid en la capital cruceña y se han dado modo para retornarlos a su casa.

“En provincia no hay costumbre de incinerarlo, por eso buscan el modo de trasladar el cuerpo para enterrarlo en el municipio. La gran mayoría respeta no hacer velorios, pero quieren sepultarlo cerca de donde viven. La norma no está clara para el traslado de estos cuerpos. Los dolientes atraviesan fuertes gastos económicos. Por ejemplo, para trasladar el cuerpo de Santa Cruz hasta San Julián, los familiares de pacientes comentan que los trufis que hacen servicio de expreso cobraban hasta Bs 1.800. Mientras que las funerarias entre los 600 y 800”, detalla este galeno.

En Puerto Quijarro, uno de los municipios fronterizos con Brasil, el dirigente Marcelo Moreria, cuenta que al estar tan distantes de la capital cruceña no les queda más que optar por la cremación.

El responsable de protocolo y manejo de cadáveres Covid-19 del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Dagner Montalvan, remarcó que se mantiene la restricción de velatorios para cadáveres Covid-19 e incluso cuando estos son incinerados se recomienda que solo estén presentes el mínimo de personas, un total de ocho personas, y no se prevé flexibilizar estas restricciones.

Tras la aprobación del protocolo nacional de manejo de cadáveres Covid-19, el Sedes confirmó el procedimiento con una normativa especial y ambas normativas siguen vigentes. En las exigencias departamentales se especifica claramente que “se recomienda suspender los velatorios Covid-19”.

Desde el inicio de la pandemia cientos de familias no pudieron despedir a su ser querido. Una de ellos fue la familia de Stephanie Gallo, que en 2020 perdió a su padre, un reconocido médico del municipio de Concepción. Eso le sucedió cuando el país aún vivía una cuarentena rígida.

Pese a que el hombre fue trasladado a la capital cruceña para una atención en el hospital de tercer nivel no resistió y tuvo que ser cremado para que sus restos retornen a su natal Concepción.

Su hija comenta que la familia habría preferido que trasladen el cuerpo y poder enterrarlo; sin embargo, no fue posible y vieron obligados a incinerarlo.

“Nosotros primero pensábamos trasladar el cuerpo, pero no se pudo. Además, como familia pensábamos que sería más doloroso tener el cuerpo envuelto en plástico y no poder verlo, por eso preferimos la incineración”, recuerda ese duro momento que les tocó vivir en la primera ola, cuando el país y el mundo aún empezaba a conocer a esta enfermedad.

“No se puede trasladar un cuerpo Covid. Así que la ambulancia se encargó de llevarlo a que lo incineren y nos entregaron las cenizas”, agrega.

Este año se entregaron ataúd hechos de cartón para la incineración

Prohibiciones de traslado

El responsable de protocolo y manejo de cadáveres Covid-19 del Sedes, remarcó que el traslado de cadáveres, sean fallecidos por coronavirus o por cualquier otra causa, solo se lo puede hacer en un carro fúnebre o policial.

“Esta situación es más estricta en el caso de cadáveres Covid. Estos no pueden ser trasladados a otro departamento u otro municipio porque así está establecido en la normativa”, insiste.

El funcionario aclaró que cuando el cuerpo es cremado no hay ningún problema. “Solo cremado se puede trasladar un cuerpo, a otro departamento u otro país”, remarcó.

Montalvan reconoció que sí recibieron denuncias de intento de traslado a otros departamentos, aunque estas fueron cuando se tenían más casos de decesos.

“Cuando nos hicieron conocer pasamos la denuncia a conocimiento de la Policía, a la unidad Personas, ahí hacen la denuncia e inmediatamente inclusive la Policía ha detectado cuando estos cadáveres fueron trasladados a carros fúnebres y ha sancionado”, remarcó. En este año se dieron dos casos.

Montalvan remarcó que los controles de estos traslados los realizan en las trancas de las carreteras y cuando son detectados hechos irregulares son retenidos por la Policía.

Según el protocolo de manejo de cadáveres, entre las exigencias se especifica que debe ser colocado en “la bolsa mortuoria” y recién puede introducirse en un féretro normal sin que sean precisas precauciones especiales; sin embargo, se recomienda el uso de equipo de protección personal y guantes de nitrilo. El destino final puede ser entierro, incineración o el depósito en nichos de acuerdo a las características que presenta el cementerio del lugar, en las condiciones habituales”.

La normativa departamental fue aprobada un mes después del primer caso de Covid-19, que se dio el 10 de marzo de 2020.

El documento especifica los pasos a seguir desde el fallecimiento hasta el entierro y está destinado a todo el sector de salud y a las empresas que ofrecen servicios funerarios, cementerios y crematorios.

Entre algunos detalles a considerar también está realizar el taponamiento de orificios con algodón impregnado en solución de hipoclorito de sodio al 1%, la introducción del cuerpo en la bolsa se debe realizar dentro de la propia habitación de aislamiento.

La bolsa debe reunir las características técnicas sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior, hermetismo e impermeabilidad.

Los servicios funerarios ya tienen establecido todo el protocolo, incluso las recomendaciones de que no se haga el velorio y no se expongan a personas con enfermedades de base ni adultos mayores.

En la terminal intentaron trasladar un cadáver de un fallecido por Covid-19; el vehículo fue interceptado

Un vecino de la avenida Tres Pasos al Frente denunció, con una fotografía, que en el ingreso de la oficina de una flota había un ataúd embalado, aunque no tenía certeza qué contenía. Ante ello, el director general ejecutivo de la Administradora de la Terminal Terrestre Bimodal, Mario Pérez, remarcó que está prohibido el traslado de un cuerpo sea covid-19 o no por el servicio tanto interprovincial como interdepartamental.

El director manifestó que hace más de dos meses se detectó a una persona que intentó trasladar un cuerpo que lo ingresó en una camioneta, por el sector de encomiendas. Aunque aseguró que fue interceptado a tiempo y derivado a la policía para que haga seguimiento al caso. “Es imposible que se traslade un cuerpo como encomienda o de alguna forma en la terminal, todo esto está prohibido”, exhortó.

Fuente: El Deber

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