Baptista, que ejercía como Vocal del Tribunal Supremo Electoral desde el 19 de diciembre de 2019, insta al vicepresidente David Choquehuanca a devolverle a la gente el derecho de vivir en libertad.
A través de una carta dirigida al vicepresidente David Choquehuanca (presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional), Rosario Baptista, vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE) renunció a su cargo.
Baptista señala que tomó esa decisión porque “es imposible cumplir con el mandato que le delegó el pueblo en el Órgano Electoral, debido a la corriente autoritaria, absolutista y antidemocrática que gobierna el país, que no reconoce la heterogeneidad de la sociedad boliviana y su representación, y que al igual que el sistema judicial, se encuentra sometido a esos intereses y permite la recurrente violación sistemática de los derechos humanos”.
De igual manera, a decir de Baptista, el TSE está secuestrado por intereses ajenos a la justicia, a la democracia y a los derechos políticos, de la misma manera que lo están los demás poderes del Estado.
“No estoy dispuesta a ser cómplice de todo este sistema, ni legitimarlo con mi presencia, por tanto, en consideración a todo lo expuesto, me veo en la obligación de presentar mi renuncia al cargo de vocal, que ejerzo por designación de la Asamblea Legislativa”, dijo Baptista.
“Bajo estas condiciones, es imposible la tutela de los derechos políticos y de identidad, y menos aún la preservación de la institucionalidad democrática”, sostiene Baptista, quien denuncia que el partido gobernante ha montado un escenario en el que ha tomado control total de todos los Órganos del Estado, los cuales solo “operan para crear en la gente la ilusión de que vive en una democracia”.
Baptista señala que en la democracia boliviana “solo queda la organización de elecciones periódicas, en las que el voto es el único elemento que ha sobrevivido al desmantelamiento de la democracia real y dadas las condiciones legales, técnicas e institucionales, es solo nominal, considerando que la voluntad ciudadana y la soberanía son manipuladas no solo a través del resultado del voto, sino a través de la información que se brinda a la ciudadanía para perpetuar en el poder al partido gobernante”.
Para “desmontar todo este sistema en el que el MAS-IPSP nunca perderá una elección”, según Baptista, se requiere un Órgano Electoral realmente independiente, abierto a la observación y verificación ciudadana y dispuesto a devolver a la ciudadanía el derecho a elegir libremente.
Baptista además afirma que “los hechos muestran que en Bolivia no existe un sistema de justicia acorde con los elementos esenciales de la democracia. Por tanto, no existen condiciones para el ejercicio de los derechos humanos, situación que deliberadamente permite el accionar impune de las autoridades gubernamentales, el surgimiento de grupos irregulares y la pérdida de las libertades democráticas”.
Finalmente, Baptista insta a Choquehanca a “devolverle a la gente el derecho de vivir en libertad y le pide que libere al Órgano Electoral y al Sistema de Administración de Justicia, para que respondan a los principios de integridad, independencia e imparcialidad, sometidos únicamente a la Constitución y a las leyes, no al interés de la impunidad de quienes detentan y detentaron el poder y lo utilizan como herramienta de extorsión y persecución”. Además, le recuerda la agenda que planteó en su discurso de posesión.
Baptista ejercía como vocal desde el 19 de diciembre de 2019. Desde el 2009 ninguna sala plena del TSE ha cumplido su gestión de seis años.
Hace un mes, Baptista aseguró que el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, llevaba adelante un nuevo conteo de votos para lavar la imagen del expresidente Evo Morales, con el fin de posicionar una falsa verdad sobre las elecciones anuladas del 2019, además advirtió que esa acción no es constitucional ni competencia de esa instancia del Estado.
Baptista señaló que esa acción no tendría ningún efecto legal porque las elecciones del 2019 fueron anuladas mediante una ley, aprobada por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). Posteriormente, se aprobó otra normativa para la convocatoria a las elecciones del 2020.
Por Mauricio David Vasquez Carvajal
Fuente: El Deber