De los últimos 54 fallecidos por Covid-19 en la región, 41 no habían recibido ninguna dosis. El 95% de los pacientes que llega a la intubación tampoco recibió la inyección. La eficacia de la vacuna lleva a más gente a inmunizarse.
La cuarta ola de coronavirus ha empezado a golpear con el ascenso sostenido de contagios, pero los datos estadísticos dejan claro que la vacunación es clave para evitar que los afectados se agraven y que puedan morir por ello. De los últimos 54 fallecidos en el departamento cruceño, 41 no habían recibido las dosis contra el virus, lo que significa que el 76% de las muertes se está dando en la población no vacunada.
Así lo reflejan las cifras departamentales de la pandemia, que también muestran que quienes copan las terapias intensivas son en su mayoría personas que no se hicieron vacunar o que recibieron la primera dosis cuando ya estaban con la infección, por lo tanto, no tenían la protección del inyectable que evita las formas graves de la enfermedad.
La efectividad de la vacuna, sumada a que los vacunados no han presentado reacciones adversas graves, está impulsando a que muchos escépticos o personas que tenían temor a la dosis, finalmente accedan a hacerse inmunizar. Esto también está engrosando la cifra de vacunados en el departamento de Santa Cruz, pues hasta el momento el 58% de la población objetivo ya tiene su primera dosis y el 48% ya completó su esquema.
De acuerdo con los datos oficiales, la curva de contagio está en ascenso por novena semana consecutiva, pero su intensidad aumentó en las últimas cuatro semanas. Aunque la letalidad se mantiene en un 2,3%, algo que preocupa a las autoridades sanitarias es que se siguen reportando muertes por el virus, sumando 45 fallecidos en lo que va del mes. Sin embargo, a diferencia de las primeras olas, ahora las muertes ocurren en personas que no se hicieron vacunar. “Si bien la letalidad no aumentó significativamente, lo preocupante es que de los 54 fallecidos de las últimas semanas, 41 no estaban vacunados, lo que demuestra que la vacuna es fundamental para evitar casos graves y muertes por Covid-19”, dicen los informes oficiales.
El infectólogo pediatra, Carlos Paz, indicó que existen diversos estudios, entre ellos el de la Universidad de Sao Paulo-Brasil, que evidenció que el 97% de las muertes por Covid-19 se da en no vacunados. De estos, un gran porcentaje son mayores de 60 años con múltiples factores de riesgo, como enfermedades de base y su sistema inmunológico debilitado.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Humano y Salud de la Gobernación cruceña, Fernando Pacheco, señaló que los datos departamentales también muestran que más del 95% de los pacientes que están en intubados en terapia intensiva son personas que no se vacunaron.
“Hemos hecho un relevamiento de datos y claramente se nota que las personas que se complican hasta llegar a las terapias son las que no están con la protección, por eso pedimos a la gente que se vacune porque tenemos dosis disponibles”, insistió Pacheco.
Esto también se ha notado en La Paz, donde el 50% de los pacientes con Covid-19 que llegan a las terapias intensivas están sin vacunar; un 25% si bien tiene la primera dosis, se la colocó cuando ya había presentado los primeros síntomas, creyendo que la dosis iba a revertir la enfermedad; y el otro 25% es de pacientes que han recibido el esquema completo, pero tienen enfermedades autoinmunes o han recibido un trasplante de riñón o toma medicamentos que les bajan sus defensas. Estos datos fueron proporcionados por el doctor Patricio Gutiérrez, presidente de la Sociedad de Medicina Crítica y Terapia Intensiva de ese departamento.
“Los que se agravaron teniendo el esquema completo, en realidad no se complicaron porque la vacuna no los protegió, sino por los males preexistentes”, mencionó Gutiérrez.
El especialista también hizo notar que la vacunación ha permitido bajar la mortalidad en las terapias intensivas de La Paz. Del 51% que se alcanzó en la segunda ola, actualmente este índice bajó al 33%.
En esa línea, Pacheco destacó que precisamente la vacunación contra el Covid-19 ha permitido amortiguar el impacto de la cuarta ola en Santa Cruz, evitando un ascenso brusco de casos y que la ocupación de las terapias intensivas no supere el 60% hasta el momento.
El gerente de Epidemiología del Sedes, Carlos Hurtado, indicó que la vacunación demostró su efectividad protegiendo contra las formas graves de la enfermedad, cosa que no ha ocurrido con los no vacunados, que están engrosando la cifra de muertes.
“Las personas no vacunadas están falleciendo, casi el 80% de los fallecidos no tiene vacunas, y de estos un 5% solo había recibido una sola dosis”, precisó Hurtado.
Detalló que con la vacunación se desaceleraron las muertes, siendo esta estrategia la mejor manera de contener al virus. Por ello, convocó al 50% de la población que no está inmunizada a recibir la vacuna anticovid.
Asimismo, mencionó que, con la variante Delta, que ya circula en el departamento cruceño, se espera una mayor transmisibilidad, lo que pone en riesgo la salud de los no vacunados, dejándolos menos protegidos. “En la primera, segunda y tercera oleada de la pandemia, las terapias se saturaron, pero en esta cuarta oleada, las salas en general, las unidades de cuidados intermedios, las terapias y los tubos, están en la mitad de su ocupación”, precisó.
Según datos oficiales, en septiembre la ocupación de pacientes con Covid-19 en salas generales llegaba al 9% y hasta mediados de noviembre subió al 22%. El uso de camas de terapias intensivas subió del 21% al 41%; de cuidados intermedios, del 33% subió al 46%; y de respiradores, del 40% al 61%.
Se animan a la vacunación
Con respecto a los mitos y desinformación, el infectólogo Paz dice que la peor tragedia de la pandemia ha sido la desinformación, porque “compartir información falsa sobre las vacunas ha matado más que el propio virus”. En este sentido, destaca el hecho que la efectividad de la dosis está sepultando todos los mitos y la desinformación.
Esto se nota en Santa Cruz, porque varias personas que no se animaban a vacunarse han decidido recibir la dosis anticovid.
Una de ellas es Jessica Severiche (35), una madre que, tras autorizar la vacunación a sus dos hijos, de 15 y 17 años, y llevar ella misma a su madre de 67 años, que padece de diabetes, se animó a vacunarse. “Yo tenía mucho miedo por eso no quería vacunarme, miedo por todo lo que dice la gente, de que se desmayan y que las reacciones son graves o hasta mueren, pero porque mi madre que es diabética y los médicos le dijeron que era recomendable que reciba la dosis, ya me animé. Con miedo, pero ya me hice vacunar”, dijo Severiche.
La mujer, que llegó muy nerviosa al punto de vacunación de la universidad Udabol, indicó que por fortuna recibió la Janssen de Johnson & Johnson, siendo solo una dosis la que recibiría.
“Toca estar protegidos con la vacuna, así no nos enfermamos y tenemos que seguir cuidándonos con las medidas de bioseguridad, sobre todo ya toda la familia está vacunada”, aseguró.
“Tuvimos a varios familiares médicos en terapia intensiva y lamentamos una pérdida, fue suficiente sufrimiento como para dejar de ser mezquinos, por eso decidimos vacunarnos”, dijo Álvaro, quien junto a su familia decidieron ser inmunizados.
Pero también hay jóvenes, que en un principio no querían recibir la vacuna, porque no creían que en poco tiempo se elabore una vacuna para combatir el virus que aisló a millones de familias en el mundo. Hoy su creencia cambió, al ver que su entorno está vacunado y no tuvo reacción a la dosis e, incluso, cuando cayeron enfermos con el virus, sus dolencias fueron leves y no necesitaron ser internados como sucedió con otros cercanos que, al no estar inmunizados, llegaron a ocupar una cama en terapia intensiva.
El caso de Matías fue similar, esperó más de tres meses para ver si su familia no tenía alguna reacción a la vacuna y, tras pasar ese tiempo, finalmente accedió a vacunarse con la unidosis de Janssen.
Al salir del punto de vacunación de la universidad estatal, una mujer de la tercera edad contó que recibió las dos dosis Sputnik V y también accedió a un refuerzo, ya que constató que la vacuna fue muy efectiva, pues cuando enfermó de Covid-19 solo tuvo un resfrío de pocos días. Eso animó a sus hijos que no querían ser inmunizados a recibir la vacuna.
Por Deisy Ortiz Duran, Jessica Vega Muñoz
Fuente: El Deber