El exministro de Gobierno y declarado perseguido político, Guido Nayar Parada, entregó una carta en ventanilla de la Gobernación de Santa Cruz pidiendo la renuncia de Rubén Costas, a quien considera un traidor, vendido y aliardo al gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS).
“Aquí no se puso el pecho a nada, se pusieron las nalgas y se arrodillaron”, dijo Nayar en las puertas de la Gobernación cruceña, tras dejar su carta.
El también exlíder cívico se declaró perseguido político, durante el mandato del MAS, y retornó a Bolivia hace algunos días tras 10 años de residir en el extranjero.
Un grupo de personas que lo esperaban aplaudieron al político a su llegada a la Gobernación, mientras que otras manifestaron su rechazo a uno de los hombres fuertes del segundo gobierno de Hugo Banzer.
Desde dentro de la Gobernación, una mujer le dijo que era un acto de cobardía venir a enfrentar a los cruceños y le reclamó que debió quedarse para enfrentar al MAS.
Nayar fue más allá y acusó a Costas de haber vendido y entregado en una reunión reservada a los líderes cívicos al gobierno del MAS, entre los que se cuentan él mismo y Branko Marinkovic.
Costas, que el miércoles había vuelto a marcar distancia de Branco Marinkovic, adelantó que se venían una serie de ataques contra su persona de parte de los “extremistas del MAS y de la derecha” a los que había rechazado.
En la jornada, otro actor político, el presidente de la Brigada Parlamentaria Cruceña, Erick Morón, también calificó como traidor a la primera autoridad departamental supuestamente por buscar alianzas con viejos políticos del centralismo.
También se conoció este jueves que la agrupación política del alcalde Percy Fernández, Santa Cruz para Todos, brindó su respaldo político al exlíder cívico y precandidato Luis Fernando Camacho.