El jefe de la diplomacia estadounidense dice apostar por el “diálogo”, pero advierte a Moscú que un ataque a Ucrania tendría una respuesta inmediata. La ministra alemana de Exteriores insta a Rusia a frenar la escalada.
“Permitir que Rusia viole impunemente esos principios [el derecho soberano de Ucrania a decidir sus alianzas] nos llevaría a una época mucho más peligrosa e inestable, cuando el continente [europeo] y esta ciudad [Berlín] estaban partidos en dos, separados por tierras de nadie patrulladas por soldados, con la amenaza de una guerra total pendiendo sobre todas las cabezas”, afirmó el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken.
Blinken, abogó este jueves (20.01.2022) por alcanzar una “desescalada” de la tensión con Rusia a propósito de Ucrania. El jefe de la diplomacia estadounidense dijo, tras reunirse con sus homólogos de Alemania, Francia y Reino Unido (estos dos últimos por videoconferencia) en Berlín, que la salida a la actual crisis solo puede alcanzarse “a través del diálogo y no de la agresión”, pero reiteró que un eventual ataque de Rusia a Ucrania tendrá una respuesta inmediata y un coste “rápido y masivo” para Moscú.
En la misma línea, la ministra federal alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, advirtió a Rusia de “graves consecuencias” si el conflicto de Ucrania se intensifica. “Hacemos un llamamiento urgente a Rusia para que tome medidas para reducir la escalada”, dijo en la conferencia de prensa conjunta con Blinken en Berlín. “Cualquier actitud agresiva adicional, cualquier agresividad adicional tendría graves consecuencias”.
Baerbock destacó que, a pesar de la disposición al diálogo de Estados Unidos y la Unión Europea, con su comportamiento Rusia “habla otro lenguaje” y sus “actividades preocupantes” van en aumento. La ministra anunció un inminente viaje a Ucrania con su homólogo francés, Yves Le Drian, y abogó por defender la paz en Europa como una prioridad “existencial”, incluso aunque las medidas puedan tener un impacto económico negativo también para el continente.
El gas ruso como medida de presión
Blinken, por ejemplo, subrayó la importancia de evitar que Rusia “use la energía como arma” e hizo referencia a la utilidad del gasoducto Nord Stream 2, controlado por el gigante ruso Gazprom, a la hora de presionar a Moscú. “Es un hecho importante que el gas todavía no está fluyendo y por eso se puede usar como palanca,” indicó Blinken, que hoy se reunirá también con el canciller alemán Olaf Scholz.
El secretario de estado subrayó que, en última instancia, el rumbo que tomará la confrontación depende del presidente ruso Vladimir Putin, a quien le corresponde tomar una decisión. “No podemos determinar el camino que emprenderá Moscú, pero podemos mostrar cuáles serán las consecuencias negativas y las consecuencias positivas en uno y otro caso,” aseveró Blinken, que mañana viernes se reunirá con su homólogo ruso Serguéi Lavrov en Ginebra.
Acuerdo nuclear y síndrome de La Habana
Blinken y Baerbock se refirieron también al estado de las conversaciones de Viena sobre el acuerdo nuclear de Irán y coincidieron en señalar que “el tiempo se acaba” para llegar a un compromiso. El secretario de estado estadounidense advirtió de que es cuestión de semanas que Irán esté en condiciones de producir armas nucleares, lo que haría imposible retomar el acuerdo. “Hemos visto progresos humildes, pero no estamos donde deberíamos estar”, dijo, antes de aceptar que se han producido “tímidos avances”. “Mi evaluación personal, tras haber hablado con todos nuestros colegas, es que el regreso a la conformidad mutua sigue siendo posible”, añadió.
También al conocido como “síndrome de La Habana”: “hemos estado trabajando duro para tratar de entender qué sucedió, quién podría ser el responsable”, dijo Blinken. Según los resultados de un estudio preliminar de la CIA, los síntomas de los diplomáticos en Cuba que inicialmente se pensó que correspondían a un ataque sónico, pueden explicarse por causas ambientales, médicas o estrés, y que es poco probable que fueran causados por Rusia u otro adversario extranjero. “No dejaremos piedra sin renover para llegar al fondo del asunto”, zanjó no obstante Blinken.
lgc (efe/afp/reuters)
Fuente: Deutsche Welle