El titular de la institución señaló que el Gobierno tiene que hacer ajustes en las políticas que implementa, ya que no acompañan el nuevo ciclo.
El reelecto presidente de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) para la gestión 2022-2023, Fernando Hurtado, en su discurso de posesión al frente de la institución afirmó que se debe dejar atrás las añoranzas del pasado “que propaga el Gobierno”, porque están ancladas en modelos económicos que no acompañan este nuevo ciclo.
“Todos sentimos que estamos ante un cambio de ciclo. El modelo económico que propaga el Gobierno es del pasado. Viene del tiempo de los altos ingresos. Vemos con preocupación que sigue gastando como si aún tuviéramos los ingresos de 2014. Tenemos que dejar atrás las añoranzas del pasado, ancladas en modelos económicos que no acompañan este nuevo ciclo”, manifestó como parte de su discurso que emitió anoche en Santa Cruz, durante la posesión del nuevo directorio.
En su criterio, se requiere la renovación de las políticas, entre ellas cómo se entiende la redistribución, que para el empresariado viene por la generación de empleo de mejor calidad y en mayor cantidad.
Lo otro tiene que ver el hecho de “medir con la misma vara” a las empresas públicas y las privadas como, por ejemplo, las restricciones que se “impone”, por las cuales se pierden oportunidades y se daña la economía.
“Las empresas familiares venimos asumiendo incrementos salariales discrecionales y obligatorios, mientras muchas empresas públicas tienen sus propias normas”, observó Hurtado.
También señaló que el Gobierno afirma que el crecimiento económico de 2021 cerró con 6,1%, pero no dicen que Perú, Chile, Argentina y Colombia crecieron a tasas por encima del 10%, índices que dejan al país como el que menos se recuperó en Sudamérica, sin contar Venezuela.
En criterio del presidente de la Cainco, otra de las premisas que se debe ajustar es la búsqueda de una nueva fórmula entre “Estado y mercado”, en la que ambos no actúen como enemigos.
“Hasta 2005 la participación del Estado en la economía boliviana era el 20% del total producido. Después de las nacionalizaciones en 2006, esta proporción aumentó a 40%, al constituirse el Estado como productor e inversor, usurpando espacios en los cuales el sector privado había mostrado ser más eficiente. La fórmula actual de 40 Estado y 60 mercado nos ha generado ineficiencias en varios sectores que el Estado ha ido controlando”, comparó.
Agregó que al constatarse que las fórmulas no mostraron buenos resultados, el sector propone una que se adecúa mejor a Bolivia el 70-30, es decir 70% mercado y 30% Estado.
Fuente: Página Siete Digital