La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) ante la caída de la producción de maíz convencional, demandó al Gobierno la liberación inmediata de eventos genéticamente modificados utilizados y aprobados en el Mercosur, la importación inmediata de maíz para suplir la escasez actual, además de la dotación de maíz en función de la cantidad aceptada y registrada de cada productor sin imponer topes.
En conferencia de prensa, la dirigencia de la CAO señaló que la producción de maíz empezó a disminuir a partir de 2011, cuando se aplicaron restricciones a las exportaciones, y que la caída se hizo más fuerte a partir de 2018, desde un principio alertamos a las autoridades de turno que estas medidas en el largo plazo generarían desabastecimiento.
“Las restricciones en la producción y los bajos niveles de rendimiento de semillas convencionales, no transgénicas, hace que la superficie cultivada sea cada vez menor, la especulación aumente y el costo del maíz se incrementa”, alertaron a través de un pronunciamiento que dieron lectura.
En ese marzo demandaron la liberación inmediata de eventos genéticamente modificados utilizados y aprobados en el Mercosur. “El uso de biotecnología permitirá incrementar la productividad sin aumentar la superficie cultivada, reducir los costos de producción y reducir el costo de venta del maíz amarillo duro”, aseguró el sector.
Según lo expuesto, la CAO dijo que es importante considerar que la producción de este grano, seguirá disminuyendo, porque las semillas convencionales, no transgénicas, utilizadas en la actualidad tienden a desaparecer de los mercados internacionales.
También plantearon la importación inmediata de maíz para suplir la escasez actual, viabilizar la aprobación de uso de semillas genéticamente modificadas por parte del Comité Nacional de Bioseguridad.
“Emapa debe cumplir con la dotación de maíz en función de la cantidad aceptada y registrada de cada productor sin imponer tope de 30 toneladas (Tn) de asignación general. El 98% del maíz que se produce en nuestro país, es el maíz amarillo duro para consumo animal, ante la falta de este insumo vital de producción las consecuencias negativas se incrementará”, advirtió la CAO.
El desenlace a corto plazo según el sector productivo del oriente, puede ser una escasez de carne de pollo, huevo, leche y de carne de cerdo, sumado a esto, los factores externos están generando una escalada de precios del maíz en el mundo. Los efectos negativos afectarán a 17 mil productores en peligro de cierre y a miles de fuentes de empleo.
Sin embargo organizaciones e instituciones vinculadas al cuidado del medioambiente y la ecología, han advertido del riesgo de introducir semillas genéticamente modificadas al país, sobre todo en cultivos donde Bolivia es país de origen de semillas nativas que podrían verse contaminadas por la introducción de transgénicos.
Sin embargo para la CAO, el impacto más grave, de no introducir semillas transgénicas, será el golpe a la seguridad alimentaria de las familias bolivianas, en especial, a las de menores ingresos por la subida de precios de los productos señalados.
“Tomando en cuenta las demandas del sector productivo, solicitamos reunión inmediata con los ministerios de Desarrollo Rural, Desarrollo Productivo, el día jueves 14 de abril de 2022 en las instalaciones de Cámara Agropecuaria del Oriente”, hizo la convocatoria la CAO.
El artículo 24, punto 7 de la Ley de la Madre Tierra señala “Desarrollar acciones de protección del patrimonio genético de la agrobiodiversidad, prohibiendo la introducción, producción, uso, liberación al medio y comercialización de semillas genéticamente modificadas en el territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, de las que Bolivia es centro de origen o diversidad y de aquellas atenten contra el patrimonio genético, la biodiversidad, la salud de los sistemas de vida y la salud humana”.
Mientras que el punto 8 establece: “Desarrollar acciones que promuevan la eliminación gradual de cultivos de organismos genéticamente modificados autorizados en el país a ser determinada en norma específica”.
Fuente: Brújula Digital