Con el argumento de garantizar el abastecimiento de combustible y evitar su escasez, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivia (YPFB) decidió modificar su reglamento para adjudicar de forma directa la importación de combustibles. La medida, según la estatal, es de carácter temporal y de emergencia.
Los ajustes están contemplados en la resolución de Directorio 30/2022 que la estatal emitió. El documento incorpora el artículo 14 (BIS) (Contratación sin previo proceso de selección).
Este apartado señala que por la provisión de suministro de hidrocarburos líquidos -a fin de evitar desabastecimiento- la “unidad demandante podrá solicitar la contratación directa, en base a cotizaciones solicitadas y remitidas por los proponentes precalificados y habilitados en la base de datos de proveedores de YPFB”.
Todo este proceso, según el documento, se realizará previa justificación técnica. Fuentes del interior de la empresa, que pidieron la reserva de su identidad, indicaron que con la reciente modificación se “comprará a dedo especialmente el diésel y la gasolina”, y que se estaría “legalizando la corrupción”.
Esto fue rechazado por el presidente de YPFB, Armin Dorgathen. El ejecutivo dijo que no se designará a ninguna empresa al dedo y lo que se ha hecho con esta modificación es realizar una cotización con los proveedores de la estatal y se escogerá al que presente la mejor oferta económica.
“No se elige a dedo. El proceso dice que tienes (que escoger entre) todas las empresas que estén registradas para proveer combustibles. Se les manda la solicitud hasta una fecha, como una licitación, y ellos te contestan. Envían las propuestas y se elige el mejor precio”, dijo Dorgathen.
El ejecutivo justificó la medida porque la guerra entre Ucrania y Rusia está afectando el suministro de combustibles.
Pese a esta situación, el titular de Yacimientos garantizó la provisión de gasolina y diésel. Es más, aseguró que en este momento ya se tiene el producto listo para ser despachado al país.
Consultado sobre el precio de compra, admitió que el costo es elevado, producto de la alta cotización del barril de petróleo a escala global, que está en los $us 120 el barril.
Solo en diésel, según Dorgathen, la estatal YPFB pagó $us 1.000 por metro cúbico.
Por su parte, Carlos Zeballos, gerente de Contrataciones de YPFB, aseguró que la medida es legal y de carácter temporal mientras se lanza una nueva licitación.
El ejecutivo dijo que la medida se da por un caso extremo para evitar el desabastecimiento de combustibles líquidos y agregó que anteriormente Yacimientos realizó un proceso para el suministro mediante licitación pública y subasta electrónica en el portal Sistema de Contrataciones Estatales de Bolivia (Sicoes), pero “no hubo una respuesta positiva”.
“Una vez por el sistema de contrataciones de YPFB y dos veces mediante subastas”, reveló.
Insistió en que el proceso es transparente y que la normativa lo permite. Es más, aclaró que las contrataciones “no van a durar toda la vida”.
“Hemos hecho unas contrataciones que podemos llamarlas de emergencia, a fin de evitar el desabastecimiento. Una vez que lleguen a buen puerto nuestras licitaciones vamos a dejar de hacer este tipo de contrataciones directas”, sostuvo.
En abril de 2020, se cuestionó que en la gestión del entonces presidente de YPFB, Herland Soliz, se adjudicaran -sin licitación- cuatro contratos para el suministro de diésel, insumos y aditivos por más de $us 163,9 millones, en el marco de procedimientos de contrataciones por emergencia del Covid-19. Las empresas adjudicadas eran Petroperú, Vitol, Refinor y Unlimited Corporations.
Luego ese proceso fue anulado. Hoy el expresidente es procesado.
Dorgathen dijo desconocer cómo se hizo ese proceso y aseguró que el actual procedimiento es legal y transparente.
El exministro de Hidrocarburos, Guillermo Torrez, observó el procedimiento. Afirmó que antes en YPFB eran prohibidas las compras directas y que estas solo se hacían cuando en el mercado solo existía un proveedor.
“Se hacían contrataciones directas según lo que establecía antes la Ley Safco. No se podía comprar cualquier cosa. Eran muy pocas cosas las que se adquirían de forma directa”, señaló.
Sostuvo que la medida adoptada por YPFB genera muchas dudas y da pie a no confiar en la transparencia de la estatal.
El director de Hidrocarburos y Minas de la Gobernación de Santa Cruz, Eduardo Ibáñez, observó que hasta el momento la ANH no informa sobre el estado de abastecimiento del combustible.
“Solo ellos (YPFB) saben cómo están los stocks de líquidos de las refinerías para conocer a ciencia cierta si es necesario tomar la decisión de reencaminar un proceso abreviado. Esa información debería ser pública”, dijo.
Fuente: El Deber