La Junta General Ordinaria de Accionistas de la YPFB Chaco S.A., subsidiaria de YPFB Corporación, aprobó el 29 de junio una pérdida por 444.140.787 bolivianos en la gestión fiscal concluida el 31 de marzo de este año. Un analista asegura que las pérdidas de la operadora surgen por el declive de la actividad hidrocarburífera en Bolivia, situación que puede alcanzar a otras subsidiarias.
“Aprobar por mayoría el registro de la pérdida de la gestión fiscal concluida al 31 de marzo de 2022, por un importe de 444.140.787 bolivianos contra resultados acumulados retenidos en gestiones pasadas”, dice un documento que reúne las determinaciones de la reunión.
En opinión del analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos, las pérdidas que reporta YPFB Chaco surgen por la caída de la producción en los pozos donde opera, situación que deriva en una considerable reducción de ingresos por comercialización de petróleo, condensado y gas natural.
Asimismo, Ríos indicó que la subsidiaria —que posee el 99 por ciento de sus acciones en favor del Estado boliviano— ha sido forzada a llevar adelante proyectos de perforación con elevados precios y sin resultados exitosos. “Entonces esto también le ha quitado recursos”, dijo.
Además, el analista advirtió que, en el contexto actual, las pérdidas económicas no solamente alcanzarán a YPFB Chaco, sino a otras subsidiarias, porque cada vez hay menos petróleo, menos condensado y menos gas.
“Esto es estructural y por eso la solución definitiva para que estas unidades subsidiarias de YPFB no hagan pérdidas necesitamos un cambio de modelo para que se tenga mucha mayor exploración, donde YPFB no pueda ser el principal protagonista porque, como vemos, se acumulan pérdidas y no tiene recursos para invertir”, agregó Ríos.
Dividendos
La junta de accionistas también aprobó la distribución de dividendos acumulados por un total de 69.549.062 bolivianos que serán pagados a partir de agosto de 2022.
En opinión de Ríos, esto ocurre porque el Estado boliviano requiere contar con liquidez para el pago de bonos sociales y para la importación de gasolina y diésel.
Fuente: Los Tiempos