La planta industrial de cloruro de potasio que construyó la empresa china CAMC entre 2016 y 2018 por aproximadamente 180 millones de dólares, y que actualmente es administrada por Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), funciona a menos del 16 por ciento de su capacidad. La causa, según dos analistas, son los malos diseños atribuibles al Gobierno.
Después de que la diputada de oposición Luciana Campero denunciara vínculos recientes entre CAMC y YLB, el presidente ejecutivo de la empresa estatal, Carlos Ramos, aseguró: “En la gestión que presido no existió ni existe ninguna relación contractual con la empresa CAMC”.
Sin embargo, Ramos no se refirió a gestiones pasadas, en las que sí hubo relación con la empresa china que se hizo famosa porque su gerente comercial en Bolivia era Gabriela Zapata, exnovia de Evo Morales. De acuerdo a reportes de prensa, desde que ella se unió a la compañía en 2013, CAMC consiguió millonarios contratos del Gobierno.
Uno de estos contratos fue el de la planta de cloruro de potasio. En 2016, la entonces Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE) adjudicó la obra a CAMC. En 2017, el entonces presidente Morales convirtió la GNRE en la actual YLB.
La planta industrial se entregó en octubre de 2018, pero desde un principio hubo varias irregularidades, señaló el investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) Gonzalo Mondaca. Se dijo que la planta podría producir hasta 700 mil toneladas, pero luego se bajó el monto a 350 mil toneladas. No obstante, a la fecha, esta planta no logra pasar el 16 por ciento de su potencial de producción.
En 2019, YLB produjo 26.400 toneladas de cloruro de potasio. En 2020, la cifra cayó a 6.800 toneladas. En 2021, se produjo 56.900 toneladas, equivalentes al 16 por ciento del potencial de producción, de acuerdo a reportes de prensa.
A junio de este año, YLB reportó una producción de 18.700 toneladas de cloruro de potasio, que representa un 5 por ciento de su potencial total.
Mondaca resaltó que estas falencias son responsabilidad de YLB. “Se puede hablar de un elefante blanco, ya que el rendimiento promedio de la planta es menor al 10 por ciento. En minería, lo mínimo aceptable es producción del 80 por ciento”.
El analista de la industria del litio Juan Carlos Zuleta cuestionó: “¿De quién más puede ser responsabilidad si no es del Gobierno central? La ley señala que la producción de recursos evaporíticos está en un 100 por ciento en manos del Estado”.
El investigador dijo, que para que un proyecto sea rentable, éste debe funcionar como mínimo en un 50 por ciento de su potencial; lo cual no ocurre con la planta de cloruro de potasio.
Zuleta sostuvo que el principal problema para elevar la productividad de la planta es la insuficiencia de materia prima, ya que las piscinas de evaporación no rinden lo suficiente.
CONSECUENCIAS – Falencias afectan a planta de litio
La planta de cloruro de potasio produce la materia prima con la que funcionará la planta industrial de carbonato de litio, que se prevé entre en funcionamiento en 2023. Sin embargo, debido a la baja productividad de esta instalación, que no llega ni al 20 por ciento de su potencial, la producción de carbonato de litio puede resultar afectada, señaló el investigador Gonzalo Mondaca.
En conferencia de prensa, el director de Investigación y Desarrollo de YLB, Salvador Beltrán, indicó que la planta de carbonato de litio deberá funcionar “en paralelo” a la planta de cloruro de potasio, la cual fue construida por CAMC. El funcionario, sin embargo, no se refirió a la baja productividad de esta última.
Fuente: Los Tiempos