Vehículos viejos, sucios y en mal estado, pasajeros que viajan de pie, son algunas de las quejas de los usuarios del transporte público en la capital cruceña. El servicio utilizado por la mayor parte de la población no logra ser mejorado, pese a los diferentes intentos de ordenamiento y renovación de las unidades.
El último plan con el sistema de Buses de Tránsito Rápido (BRT) en el primer anillo quedó estancado y con procesos que aún se ventilan en la justicia.
Los usuarios sufren a diario por el mal servicio de los micros que circulan repletos de pasajeros y a altas velocidades. Además, la falta de renovación de las unidades se nota en los asientos y pisos pintarrajeados, y en las puertas y ventanas en mal estado. Incluso, en algunos los vidrios han sido reemplazados por pedazos de hules.
La saturación empeora en los horarios pico y en las rutas de circulación a los distritos. Algunos de los puntos donde la gente se aglomera a esperar su línea son el segundo y cuarto anillo de la avenida San Aurelio; en la av. Grigotá y primer anillo, y en la zona del mercado Los Pozos.
A pesar de las quejas, los usuarios aseguran que necesitan de este servicio porque no tienen otra alternativa. “Los micros corren mucho cuando están atrasados por marcar su tarjeta, sin medir el riesgo de accidente”, advierte el pasajero Gabriel Salvatierra.
Salvatierra coincide con otros usuarios de que los micros requieren mantenimiento urgente o que sean reemplazado por nuevos.
Señala que la inseguridad es otros de los problemas en el transporte público, porque los delincuentes aprovechan cuando los micros están llenos de pasajeros para robar carteras y celulares.
Doris Valdivia, estudiante de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), considera que entre las deficiencias también está la falta de paradas para levantar y dejar pasajeros. Esto hace que el conductor se detenga en cualquier lado y hasta en doble fila, exponiendo al pasajero a sufrir accidentes. Algunos usuarios, por comodidad, también obliga al chofer a parar en cualquier parte.
“Creo que perdemos tiempo si el micro se detiene a cada rato. Siempre van llenos, no hay donde sentarse y los ladrones aprovechan esos ‘bolleos’ para robar la cartera o el teléfono celular. Eso sin contar que las unidades son viejas”, comenta una mujer que esperaba su línea en la zona del Centro Comercial Cañoto.
Patricia Lara, asesora de ventas de una inmobiliaria, espera el colectivo para ir a su casa por la zona de Pampa de la Isla. Comenta que algunas líneas renovaron sus unidades, pero la mayoría continúa con los micros viejos.
Lo que afirma Lara lo corrobora el último estudio realizado por la Alcaldía cruceña en 2019, que estableció que el 80% de los casi 8.000 buses del transporte público que circula en la ciudad tiene entre 20 y 39 años de antigüedad.
Los transportistas
El dirigente del transporte urbano Mario Guerrero asegura que, pese a crisis económica provocada por la pandemia del covid, hicieron los esfuerzos para invertir en unidades nuevas y hacer mantenimiento a los vehículos antiguos.
“Tenemos la tarifa del pasaje congelada hace nueve años y cinco meses, entonces no es fácil realizar las mejoras, porque todo sube: llantas, tapizados, aceite y otros”, justificó Guerrero.
Con respecto a la inseguridad, señala que los choferes también han sido víctimas, junto con los usuarios, por lo que piden una mayor vigilancia por parte de la Policía.
Indicó que han hecho llegar denuncias a la Policía, que se ha comprometido en realizar mayor vigilancia, especialmente por el sector del parque El Arenal, la calle Charcas y La Ramada, donde actúan los delincuentes.
Norma en espera
La vicepresidenta del Concejo Municipal, Lola Terrazas, indicó que mientras no se avance con la Ley de Movilidad Urbana no se podrá mejorar el sistema de transporte público en la ciudad.
“La normativa debe exigir la readecuación de los micros y que tengan las condiciones mínimas de seguridad porque hay muchas unidades de líneas, sobre todo que llegan a barrios alejados, que tienen las puertas arruinadas, las ventanas en mal estado y el piso en pésimas condiciones”, señaló la concejala de oposición.
La autoridad considera que no se está priorizando al usuario, sino los intereses de los transportistas porque cree que lo único que interesa a los dueños de las líneas es subir la mayor cantidad de pasajeros, sin brindar confort y comodidad.
Por su parte, el concejal Alberto Vaca (Demócratas) califica de vergonzoso el estado de varias unidades, como también del sistema de transporte público urbano, que ha quedado obsoleto.
“Vemos un sistema de transporte con micros sucios, viejos y cacharros. No hemos tenido un plan de renovación, por parte de los propietarios, además esos micros que en 2019 tenían 20 años de vida ahora están más viejos”, agregó.
En tanto, el concejal por Comunidad Autonómica (C-A) Juan Carlos Medrano ve que el alcalde Jhonny Fernández no tomó en serio la modificación de esta ley de movilidad urbana, que lleva más de un año en tratamiento.
El anterior sábado, el burgomaestre cruceño anunció que la fecha para el retiro de los cordones del BRT está cada vez más cerca. “En unos días, el poder judicial me dará la orden para retirar los cordones y habilitar el primer anillo”, dijo Fernández, además agregó que se reducirá el flujo de micros en un 40% en esta céntrica zona de la capital.
Fuente: El Deber