Después de que el Gobierno promulgara la Ley 354/2021-2022, que incorpora ajustes en los rangos de las alícuotas del Impuesto al Consumo Específico (ICE) a las bebidas alcohólicas y no alcohólicas, la Asociación Nacional de Industriales Vitivinícolas (ANIV) asegura que el aumento del impuesto podría causar el cierre de las industrias, pues éstas no podrán competir con las bebidas de contrabando.
En tanto, la Cámara Nacional de Industria (CNI) asegura que la medida incrementará en un 150 por ciento los impuestos que paga el sector.
Según el vicepresidente de ANIV, Pablo Granier, toda la cadena productiva vitivinícola ya está golpeada por el contrabando, por lo que subirles la alícuota del ICE podría derivar en el cierre de varias fábricas de vinos nacionales. La Asociación tiene 68 bodegas afiliadas, pero la cadena productiva del vino genera empleo para más de 5 mil familias.
“Hace seis años que venimos reduciendo el precio (del vino nacional) para competir con la bebida de contrabando. Si se sube la alícuota, hay riesgo de cierre de empresas. Creo que la tendencia no es buena si esto continúa sumado al contrabando, entonces definitivamente vamos a ver empresas que no van a poder mantenerse”, dijo Granier.
El representante indicó que el Gobierno se comprometió a llamar al sector para que forme parte de la reglamentación de la norma y además se comprometió en no subir las alícuotas para las industrias de vino.
Sin embargo, en los detalles de porcentajes de incremento que plantea el Gobierno figuran el singani y el vino, lo que despierta desconfianza en el sector. “Cómo puede ser que se diga que se cobrará sólo a las empresas extranjeras si el singani es una bebida nacional y no hay manera de que ese producto sea importado. Sería muy lamentable que el Gobierno rompa su compromiso”, indicó Granier.
La cadena de uva generaba 120 a 140 millones de dólares al año hasta 2019, pero actualmente ha caído en 30 por ciento en ventas.
Las fábricas de vino nacional tienen la capacidad para producir 20 millones de litros al año, esa cifra se alcanzó en 2019, pero, en 2020 y 2021, se redujo a 14 millones de litros.
Producción de cerveza
El presidente de la CNI, Ibo Blazicevic, indicó que la elevación de la alícuota en el caso de la cerveza llega al 150 por ciento de la tasa efectiva que hoy se paga, por lo que considera que este incremento pone en riesgo el empleo en la industria de bebidas, pérdida de competitividad y el desplazamiento del consumo del producto nacional por bebidas de contrabando.
“Ya la participación de contrabando en el mercado de bebidas de Bolivia llega casi a un 20 por ciento. La consecuencia lógica es un contrabando mayor y un desplazamiento del producto nacional por el contrabando. Eso trae muchos efectos como el impacto en el empleo y, por supuesto, vamos a perder competitividad en el mercado”, aseguró Blazicevic.
Al año industria del vino mueve $us 100 MM
Hasta 2015, la comercialización y la producción de vinos y singani movía 140 millones dólares, pero las ventas comenzaron a caer desde 2016 y en 2020 el sector fue duramente afectado.
Actualmente, la ANIV estima que toda la cadena productiva vitivinícola mueve al menos 100 millones de dólares. El precio de un vino argentino de contrabando en el mercado nacional es 50 por ciento menor al de un vino nacional.
A eso se suma que entre el 35 y 40 por ciento del costo de la producción del vino nacional va al pago de impuestos.
Según estimaciones de ANIV, 4 de cada 10 botellas de vino en Bolivia son de contrabando.
Fuente: Los Tiempos