Diputado español denuncia que autoridades lo expulsaron de Bolivia cuando ya estaba en el avión

El diputado español Victor González en la puerta de Chonchocoro. Foto: Twitter (Victor González)

Victor González llegó al país para reunir información sobre el caso de Luis Fernando Camacho.

El diputado español Victor González, que llegó al país para recabar información sobre la aprehensión de Luis Fernando Camacho, denunció este miércoles que fue expulsado del país. Las autoridades bolivianas le hicieron entrega de la solicitud de salida cuando ya se encontraba en el avión de regreso a Europa.

“Bolivia: ya sentado dentro del avión, dos agentes muy correctamente me han informado que estoy expulsado de Bolivia. Cuba, Nicaragua y ahora Boliva son los países que me niegan la entrada. Si sirve para que Luis Arce tenga misericordia de Luis Fernando Camacho, bienvenido sea”, publicó el parlamentario del partido de extrema derecha Vox.

Junto al mensaje, compartió la notificación de salida obligatoria en la que consta que tiene tres días para apelar la decisión, plazo tras el cual será expulsado del país. La medida estará vigente por un plazo de tres años.

”La Dirección General de Migración resuelve la salida obligatoria por tres años del territorio boliviano del señor Víctor González, de nacionalidad española, por cometer actos que alteran el orden público y por emitir propaganda política de desprestigio contra instituciones de orden público y Gobierno nacional, mediante declaraciones realizadas a medios de prensa”, consta en el documento.

Este lunes, González encaró al comandante departamental de la Policía en Santa Cruz por los actos de violencia ocurridos en los últimos días en la capital cruceña. Entonces estaba en compañía del diputado chileno Luis Fernando Sánchez y el presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Rómulo Calvo.

”Aquí existe una violación sistemática de los derechos humanos. (…) Nosotros venimos a recopilar la información para iniciar los trámites oportunos en los distintos organismos internacionales, esperando dar voz a aquellos que no la tienen hoy”, dijo entonces González.

Después se trasladó al penal de Chonchocoro para visitar a Camacho, pero le negaron la entrada. Esta jornada insistió en la salud del gobernador y dijo estar convencido “de que no volveremos a ver a Luis Fernando Camacho vivo”.

Sus declaraciones despertaron el rechazo del Gobierno, que dijo que se trataba de una “intromisión inaceptable” y que presentarían una queja formal a las autoridades de España y Chile.

“Ellos estuvieron en el comando de la policía y nosotros queremos aclarar que ambos diputados no representan a sus gobiernos y prestar estas declaraciones a medios de comunicación es un claro acto de intromisión que es inaceptable para nuestro país en asuntos internos”, dijo el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco.

En concreto sobre el diputado español, Blanco dijo que no es la primera vez que viene a Bolivia y realiza “actos de intromisión” y recordó que durante el gobierno de Jeanine Añez estuvo junto al entonces ministro Arturo Murillo.

“El diputado Víctor González estuvo al lado de Arturo Murillo durante todo ese tiempo (gobierno de Añez), visitaban a quienes hacían vigilia en ese momento en La Rinconada y fue parte de todo lo que fue ese periodo anticonstitucional en nuestro país. No es la primera vez está cometiendo este tipo de intromisiones, salía en conferencias de prensa con Arturo Murillo”, concluyó el viceministro.

Esta jornada, el vicecanciller Freddy Mamani se manifestó brevemente sobre el tema y, sin mencionar la expulsión, apuntó a que ambos parlamentarios ingresaron con visas de turista y que asumieron “una actitud de intromisión en temas internos”.

“Ingresaron a nuestro país en calidad de turistas, sin cumplir los procedimientos establecidos entre ambos países, porque se han atribuido inclusive de que son de una misión especial, pero sin autorización de sus congresos, de sus asambleas. Esto, obviamente, hizo un trabajo político, de generar violencia en nuestro país”, recalcó.

Fuente: Página Siete

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