La Cancillería peruana entregó una nota de protesta al embajador boliviano, mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores nacional respondió mediante redes sociales rechazando la acusación de Perú.
Tras las declaraciones del presidente Luis Arce sobre la crisis en Perú, la Cancillería de ese país envió una nota al embajador de Bolivia, Carlos Aparicio, para expresar su “enérgica protesta”, mientras que la Cancillería de Bolivia rechazó “la insinuación sobre una supuesta injerencia en asuntos internos de la República del Perú”.
“Hoy (ayer), el Ministerio de Relaciones Exteriores entregó una nota al embajador de Bolivia mediante la cual transmite una enérgica protesta por las declaraciones del presidente Luis Arce sobre temas de política interna”, detalla el escrito peruano, publicado en las redes sociales de la Cancillería de aquel país, en la que además señala que se analizan acciones ante nuevas acciones de injerencia.
En respuesta, la Cancillería de Bolivia emitió otro mensaje, también por redes sociales, que señala: “El Estado Plurinacional de Bolivia respeta el derecho internacional y el principio de no intervención; no aceptamos la insinuación sobre una supuesta injerencia en asuntos internos de la República del Perú, con quien mantenemos una histórica relación entre pueblos hermanos”.
Este cruce de mensajes se produjo luego de que el domingo, el congresista peruano Ernesto Bustamante difundió un video en el que se escucha decir al presidente Arce que el pueblo peruano está en lucha para “recuperar su democracia y también por recuperar el derecho a elegir un gobierno que los represente”.
Por ese motivo, el congresista pidió que su gobierno emita un ultimátum en contra de Bolivia para que cese el supuesto financiamiento a las movilizaciones peruanas, llegando incluso a advertir que, transcurrido el plazo, si no se cumplen las exigencias, el Ejército peruano debería intervenir territorio boliviano.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores entregó una nota al embajador de Bolivia mediante la cual transmite una enérgica protesta por las declaraciones del presidente Luis Arce”.
“Declaraciones hostiles de hoy (domingo) del presidente de Bolivia, Luis Arce: no reconoce al Gobierno del Perú, pertenece al partido MAS, cuyo jefe es el narcoterrorista Evo Morales y luce al lado de su bandera el mismo trapo (whiphala) que ondean los terroristas en el Perú”, escribió en sus redes el congresista Bustamante.
La declaración fue rechazada en Bolivia incluso por la oposición política, por considerarla “descabellada”.
El expresidente Carlos Mesa escribió que “la crisis en Perú debe ser resuelta por Gobierno y pueblo peruano en democracia y DDHH, sin intromisión de autoridades y exautoridades bolivianas, que buscan violencia y reciben respuestas absurdas. Si pedimos respeto a nuestra soberanía debemos respetar la de nuestros vecinos”.
El comunicado de la Cancillería peruana da un paso más y dice que “evalúa acciones ante nuevos actos de injerencia”.
Las tensiones entre Perú y Bolivia se originan en las constantes declaraciones del expresidente Evo Morales en favor del levantamiento popular y en contra del gobierno de Dina Boluarte, al punto que el Ejecutivo peruano decidió prohibir el ingreso del exmandatario y sus operadores a territorio peruano, mientras que la Fiscalía de ese país le abrió un proceso.
Pero el gobierno de Arce se había mantenido al margen de la disputa hasta que el congresista Bustamante difundió las declaraciones de Arce.
Luis Gonzales Posada, excanciller de Perú, manifestó que el Ministerio de Relaciones Exteriores debe llamar al embajador boliviano, expulsarlo y declararlo persona non grata, por la abierta “intromisión” del gobierno de Arce en asuntos internos de ese país.
“Aquí en Perú, Arce es visto como un títere de Evo Morales. Las relaciones binacionales se siguen degradando; el siguiente paso será expulsar al embajador de Bolivia en Perú, declararlo persona no grata. Esto va a ir escalando porque no hay derecho; la injerencia que tienen Morales y Arce en asuntos internos de Perú”, aseguró la exautoridad peruana.
Fuente: Página Siete
