En 2022 se exportaron 271 productos por $us 233 millones. Según el Gobierno, se negocia el acceso de carne, hamburguesas procesadas de carne de bovino, limón, almendra chiquitana, leche fluida y galletas de almendra con harina de quinua.
Las mayores importaciones de combustibles dispararon en 2022 el déficit comercial con Chile hasta 1.191 millones de dólares. El sector privado señala que las medidas no arancelarias frenan las exportaciones, pero desde la Cancillería se hacen gestiones para abrir ese mercado a la carne bovina, limón, leche y otros productos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), muestran que el año pasado Bolivia exportó productos por un valor de 233 millones de dólares, pero importó desde Chile 1.424 millones de dólares . Eso arroja una balanza comercial negativa de -1.191 millones de dólares.
Bolivia exporta torta de soya 98,2 millones de dólares, aceite refinado de soya 22,6 millones de dólares, torta de girasol 12,1 millones de dólares, alcohol etílico 10,4 millones de dólares, cajas de papel o cartón corrugado 9,7 millones de dólares y otros 271 productos por 22,9 millones de dólares.
Asimismo, importa 1.302 productos de los cuales diésel representó 1.104,2 millones de dólares, gasolina 136,9 millones de dólares, medicamento para uso humano 20 millones de dólares, nitrato de antimonio 19 millones de dólares, mezclas bituminosas a base de asfalto 7,5 millones de dólares.
Qué dice el Gobierno
El viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, en respuesta a un cuestionario de Página Siete, explicó que el déficit comercial con Chile se explica básicamente por la importación de combustibles (diésel y gasolina) que representan el 87,2% del valor total importado (1.241 millones dólares).
Sin considerar la importación de estos productos, las importaciones de Chile en 2022 alcanzarían 183 millones de dólares, aclaró.
La autoridad puntualizó que en 2022, las exportaciones bolivianas a Chile alcanzaron un valor de 237 millones de dólares, con una variación positiva de 25% respecto a similar periodo de 2021, cuando alcanzó 190 millones de dólares.
Se destacan oleaginosa, alcohol, cajas de cartón y otros productos como azúcar, palmito, minerales, productos de panadería entre otros.
Según el viceministro Blanco, la potencialidad de Bolivia en cuanto al acceso al mercado chileno, se concentra en productos de origen agroalimentario.
Actualmente, dijo que se está negociando el acceso de productos tales como la carne de bovino, hamburguesas procesadas de carne de bovino, limón, almendra chiquitana, leche fluida y galletas de almendra con harina de quinua.
Estos dos últimos provienen de la Empresa Boliviana de Alimentos (EBA). “El proceso de habilitación de las empresas para la exportación de este tipo de productos es complejo y requiere de algún tiempo puesto que están vinculados con cuestiones de inocuidad alimentaria. Es ahí donde desde Cancillería estamos en contacto continuo con nuestras Misiones Diplomáticas para acelerar y facilitar este proceso“, recalcó.
La gerente técnico del IBCE, María Esther Peña, sostuvo que Bolivia tiene firmado con Chile el Acuerdo de Complementación Económica (ACE 22) que libera aranceles y garantiza la apertura de ese mercado al universo de los productos nacionales, con excepción de 15.
Sin embargo, dijo que también se aplican barreras no arancelarias y Bolivia no encuentra ventajas porque los exportadores no pueden cumplir con las exigencias fitosanitarias, sanitarias y otras certificaciones de este mercado.
El gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, opinó que en el análisis se debe restar las importaciones de combustibles, pero aún así sin esas compras la balanza comercial con ese mercado es deficitaria.
Esto porque Chile, al igual que otros países, aplica medidas no arancelerias y para ingresar con alimentos se deben cumplir con certificaciones, es por eso que muchas veces las pequeñas y medianas empresas no pueden cumplir. Los requisitos son más exigentes para manufacturas.
De acuerdo con Olguín, Bolivia tiene potencial para llegar a ese gran mercado en productos de limpieza, papel higiénico, toallas de papel, shampoos, detergentes para pisos y en polvo. Se puede exportar estos productos sobre todo, dijo a las ciudades del norte de Chile.
También hay mercado para cereales, maíz, huevos, pollo, granos como chía, sorgo.
“Se han hecho envíos de carne de pollo, huevo pero los productores de allá se quejan y comienzan las restricciones y los controles son un poco más fuertes. A diferencia de lo que ocurre en Bolivia, en Chile si algún sector productivo se queja, se aplican restricciones sanitarias de forma inmediata”, observó.
El ACE 22 define mecanismos para evaluar la relación comercial y existe una Comisión Administradora del Acuerdo, que en criterio de Olguín debería reunirse con mayor frecuencia.
Señaló que es necesario ir actualizando normas de origen, certificaciones digitales para aliviar los trámites y entrega de documentación.
El viceministro Blanco, subrayó que las disposiciones no arancelarias, tal el caso de las medidas sanitarias y fitosanitarias y los reglamentos técnicos, son requisitos necesarios para el acceso a cualquier mercado incluido el mercado chileno.
Es por eso que la producción boliviana debe cumplir con los estándares y requisitos exigidos por cada mercado para la cual desde el Gobierno central se brinda permanente apoyo a los productores.
“Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores se gestiona la habilitación sanitaria de algunos productos con potencial exportador entre ellos la carne de bovino, hamburguesas procesadas de carne de bovino, limón, almendra chiquitana, leche fluida y galletas de almendra con harina de quinua”, destacó la autoridad.
Uso de puertos
El IBCE informó que en 2022 Bolivia movilizó el 63% de su carga marítima internacional a través de puertos chilenos, es decir 4,1 millones de toneladas.
En total de movieron 6,5 millones de toneladas, de esa cantidad la mayor parte se fue por Chile y el resto 0,9 millones de toneladas por puertos peruanos y 1,5 millones de toneladas por el Atlántico.
Fuente: Página Siete
