Róger Banegas, ex director del Banco Central de Bolivia (BCB), considera que la medida busca esconder el aumento de la mora en el sistema financiero y evidencia la falta de una reactivación económica en el país.
La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) instruyó a bancos, entidades financieras de viviendas, cooperativas e instituciones financieras de desarrollo reprogramar los créditos de prestatarios que no pueden cumplir con el pago de sus cuotas a causa de la interrupción de sus ingresos producto de factores ajenos a su control. Un analista sostiene que lo que se busca es esconder el aumento de la mora..
“Cada prestatario podrá recurrir a su entidad financiera y tramitar una reprogramación de su obligación”, remarcó el director ejecutivo de la entidad reguladora, Reynaldo Yujra. Esta reprogramación “no significa que se va afectar el estado del crédito o la calificación de riesgo” de los prestatarios, aclaró.
Este es un instrumento muy conocido por la entidad reguladora. Antes, dispuso una reprogramación casi general de créditos al final de la cuarentena rígida por la pandemia, tras lo cual apelo a esa herramienta en casos de sectores particulares y locales, como los productores agrícolas afectados por el clima, comerciantes que perdieron su mercadería en un incendio o prestatarios sin posibilidad de ingresos suficientes durante el paro cívico cruceño.
“La ASFI, de manera muy empática” ha tomado esta decisión, porque hay prestatarios que “no han podido cumplir con sus créditos”, debido al paro en Perú; a que fueron afectados por efectos climatológicos; y a que “han estado enfrentando inconvenientes por el escenario internacional, por eventos como la crisis bélica entre Rusia y Ucrania, que ha generado turbulencias en los mercados internacionales y locales y que ha afectado a algunos sectores de la población”, argumentó Yujra.
Esta instructiva se emitió ayer miércoles 30 de mayo, a través de la carta circular 7151/2023. El documento dispone que las entidades de intermediación financiera “deben atender y analizar las solicitudes de reprogramación de aquellos prestatarios de sectores que hubieran sido afectados en sus ingresos por factores ajenos al ámbito de sus actividades derivados de conflictos sociales y externos que inciden en los precios nacionales e internacionales, así como por situaciones coyunturales y eventos climatológicos”.
Estas solicitudes se evaluarán y valorarán de manera individual, “considerando la nueva capacidad de pago” del prestatario y las perspectivas futuras” de sus actividades, precisó Yujra.
Se pueden incorporar periodos de gracia “o algún otro mecanismo que facilite las condiciones en las que se encuentre el prestatario”, agregó el director de la ASFI, antes de precisar que bajo esta medida se podrá atender la demanda de los trabajadores del Banco Fassil, que ya antes habían solicitado una prórroga de seis meses en sus pagos.
Róger Banegas, ex director del Banco Central de Bolivia (BCB), consideró que esta nueva reprogramación de créditos “evita transparentar la mora real y, sobre todo, evita reflejar la falta de reactivación económica, la cual podría tener efectos en los resultados y desempeño del sistema bancario”.
Datos oficiales muestran que la mora del sistema financiera ha estado en aumento en los últimos años, al pasar de 1,5% en 2020 a 1,6% en 2021, a 2,2% en 2022 y a 2,5% a marzo de este año.
“El incremento del índice de mora al cierre de marzo de 2023 se relaciona con la culminación de los períodos de prórroga y de gracia de créditos diferidos por la pandemia del Covid-19, así como con los efectos negativos provocados por el paro cívico de 36 días en el departamento de Santa Cruz a finales de 2022 y los efectos de los fenómenos climáticos registrados en el país como sequías, incendios, heladas y granizo”, explicó la ASFI.
“El indicador de reprogramación del sistema financiero en Bolivia está alrededor del 20% de la cartera de créditos, interpretada como una cifra significativa equivalente en más de $us 5.000 millones”. De ese total, hay una cantidad “con posibilidades de recuperación; sin embargo, la gran pregunta es cuál es el nivel de mora real y especialmente el nivel de cartera irrecuperable”, expresó Banegas.
Ante esta situación, indicó, es necesario que el Gobierno implemente un fondo de recuperación económica, “para inyectar al sistema bancario y preservar la estabilidad del sistema financiero”.
Fuente: El Deber