En Bolivia un contrabandista puede ser atrapado con ocho tráileres de cerveza ilegal y no se considera delito

El dato fue dado a conocer durante el Seminario Internacional “Del Comercio Informal al Crimen Organizado: Los desafíos de la región frente al contrabando”.

De acuerdo al Código Tributario boliviano, el contrabando sólo es considerado un delito perseguido penalmente cuando el tributo omitido del monto de la mercadería supera las 200.000 Unidades de Fomento a la Vivienda; este monto equivale a ocho camiones de alto tonelaje cargados con cerveza ilegal. El dato fue dado a conocer por el gerente Regional de Asuntos Corporativos de Cervecería Boliviana Nacional, Ronald Camacho, durante el Seminario Internacional “Del Comercio Informal al Crimen Organizado: Los desafíos de la región frente al contrabando”.

El evento reunió a representantes de los gremios empresariales más importantes de Bolivia, Chile y Perú, además de oradores del gobierno y de importantes rubros empresariales, entre ellos CBN.

Según un estudio, encargado por CBN a la empresa internacional Euromonitor el año 2019, “El contrabando de cerveza en Bolivia asciende a 337 millones de litros anuales e ingresa principalmente por las fronteras de Argentina y Brasil. Se estima que el estado deja de percibir anualmente 118 millones de dólares por concepto de tributo omitido a raíz del contrabando de cerveza. Estas cifras seguramente son más elevadas al día de hoy”, explicó el ejecutivo.

Estas cifras muestran que la industria cervecera en Bolivia es una de las más afectadas por el delito del contrabando, delito que tiene un impacto negativo en la generación de empleo, la inversión,  los ingresos del Estado y también la salud de la población.

Una de las conclusiones del evento, en la que coincidieron la mayor parte de los expositores fue en la necesidad urgente de tomar acciones que permitan disminuir el contrabando, particularmente el de cerveza en Bolivia. Los representantes de varias industrias piden al Estado modificar y endurecer la normativa actual, que es permisiva con este delito, cada vez más violento.

La industria cervecera en Bolivia es uno de los sectores que más tributos paga al estado y este sector, a la vez, tiene los impuestos más elevados de la región. Paradójicamente, también es el sector más golpeado por el contrabando. Se estima que de cada diez cervezas que se consumen en el país, dos son ingresadas ilegalmente.

“El gobierno, en todos sus niveles, el sector privado y la población deben unirse para combatir este ilícito, esto permitirá la reactivación del sector productivo, que implica la generación de empleo, una mayor inversión y un consecuente incremento en la recaudación tributaria”, concluyó Ronald Camacho.

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