Mediante un comunicado, la estatal aseguró que el abastecimiento de esos combustibles es normal en los nueve departamentos del país.
La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que el suministro de combustibles líquidos como gasolina y diésel es completamente normal en los nueve departamentos del país. El año pasado, la estatal tuvo problemas en el abastecimiento de estos productos.
Mediante un comunicado, Yacimientos sostuvo este miércoles “que el abastecimiento de combustibles en los nueve departamentos del país se desarrolla con absoluta normalidad”.
“El suministro de gasolina y diésel al transporte público y privado no sufrió interrupción alguna. Las plantas de almacenamiento de combustibles tienen los volúmenes necesarios para atender la demanda del mercado interno”, señala el documento.
Días atrás, el secretario Ejecutivo de la Federación de Transporte Unificada Norte Amazónico, Nicolás Jáuregui, según reporte de medios de esta región, manifestó su profundo enojo y preocupación ante el desabastecimiento de combustible que afecta a la ciudad de Caranavi.
“¿Dónde está la palabra empeñada del director de la ANH?”, cuestionó Jáuregui, destacando la falta de cumplimiento de las promesas hechas durante las conversaciones entre la federación y la agencia.
Según el dirigente, Caranavi enfrenta la escasez de combustible, lo que ha provocado preocupación y molestia entre la población.
El año pasado, Bolivia registró varios problemas en el abastecimiento de combustibles en especial en las regiones del eje central. Desde hace varios años el Estado subsidia el abastecimiento de gasolina y diésel.
Durante el 2023 se registraron problemas de abastecimiento de combustibles. A lo largo del año, según la estatal, descartó escasez y aseguró que todos los reportes respondían a especulaciones surgidas en redes sociales y amplificadas en medios de comunicación.
El año pasado, entre diésel y gasolina los costos de importación superaron los $us 3.000 millones, según un reporte del Ministerio de Hidrocarburos.
Fuente: El Deber
