Han pasado casi cuatro meses desde que se reportó el primer caso de coronavirus (Covid19) en el mundo y desde entonces, una de las grandes preguntas que se hacen los inversores y economistas es, ¿Cómo ha impactado esta pandemia en los grandes mercados de materias primas como lo es el del oro?
En este contexto, el precio del oro se ha incrementado significativamente, a medida que ha ido avanzando la pandemia y la demanda de activos de refugio de parte de inversores que buscan protegerse de su impacto económico.
“Los temores sobre el coronavirus siguen causando flujos hacia el oro en búsqueda de refugio y eso ha sido positivo para los precios. Al mismo tiempo (…) las remontadas tienden a ser breves porque las personas aprovechan de vender el metal para obtener ganancias”, indicó Daniel Ghali, estratega de materias primas de TD Securities.
En febrero de 2020, el precio del oro alcanzó su precio más alto en siete años, luego de que la cifra de nuevos casos en Asia se incremente y genere temor sobre un mayor impacto en la economía, lo que llevó a los inversores a preferir activos considerados seguros.
Tras haberse incrementado días antes un 0,44%, el metal alcanzó una nueva suma dicho mes, del 0,8%, alcanzando así los $us 1632,65 la onza. Estos valores representaban los más altos alcanzados por el metal en siete años, superando incluso las cifras exhibidas en febrero de 2013, cuando registró una cotización de $us 1632,45 por onza.
De acuerdo a los datos oficiales de The London Bullion Market, el oro finalizó el mes
al precio de $us 1.609,85 por onza, lo que significa una ganancia de unos +31,00 dólares, es decir un + 1,96%. El valor del mismo al 03 de febrero de este año, eran de $us1.578,85.
Ante la llamada a la calma de algunos analistas que consideran que la reacción de los mercados estaba siendo “excesiva”, los inversores mantuvieron la cautela a pesar de que las autoridades chinas levantaron algunas restricciones de viajes y trabajo, ayudando a las empresas a reanudar sus operaciones.
Pero el panorama de esta materia no parecía cambiar. En una nota fechada el 3 de marzo, la compañía ¨Bank of América and Merrill Lynch¨, elevó sus estimaciones promedio para el precio del oro a 1.625 dólares por onza en 2020, y de 1.550 a 1.650 dólares en 2021.
De esta manera, el 9 de marzo, los diarios internacionales informaban que los precios del oro subían en todo el mundo ante el mayor desplome en las bolsas, durante la llamada “jornada negra” por el brote del coronavirus.
En una sesión volátil, el oro al contado llegó a costar $us 1,702.56 la onza, máximo que no se veía desde diciembre del 2012, antes de retroceder (09:26 GMT) a $us 1,665.68, pérdida de 0.5%. Los futuros del oro en Estados Unidos cedían un 0.4% a 1,666 dólares.
Por otro lado, muchos países se vieron afectados por este panorama y Bolivia no fue una excepción. Según los informes emitidos por el Banco Central de Bolivia (BCB), debido al repunte del precio del oro en consecuencia de la situación que vive el mundo por la pandemia, las reservas internacionales incrementaron en el país, ascendiendo a los casi $us 6.500 millones, según la Cámara Nacional de Comercio (CNC).
En este sentido, el presidente de la (CNC), Rolando Kempff, explicó que Bolivia por primera vez tuvo ingresos positivos en los primeros meses del año de más de $us 20 millones. Esto permitió que el país cubra más de seis meses de importaciones y 5 veces la deuda externa de corto plazo.
“Las reservas internacionales han crecido porque se ha incrementado el precio del oro, y por ende, las reservas internacionales son suficientes para garantizar el tipo de cambio. En ese sentido, es algo positivo. Que la población y el sector económico que estén tranquilos”, indicó Kempff.
Los analistas del mercado, explicaron que este incremento del lingote se vio limitado por la caída en los precios del petróleo, lo que provocó conmociones deflacionarias en el mercado.
Los precios del barril caminaban a su mayor caída diaria desde la primera Guerra del Golfo, las bolsas sufrían caídas a nivel mundial, con desplomes de 5% en los futuros de Wall Street, el rendimiento de la deuda del Tesoro estadounidense a 10 años cayó a un mínimo histórico y el oro a menudo se usa como cobertura contra la inflación impulsada por el petróleo.
Sin embargo, esta situación tuvo un giro inesperado, puesto que días después, el precio del oro tuvo una gran caída, por la búsqueda de liquidez de los inversores.
A las 08:25 GMT del 18 de marzo, el precio del lingote al contado bajaba un 2.7%, llegando a $us 1,486.82 la onza, tras un avance inicial de más del 1%. Por otro lado, los futuros del oro en Estados Unidos cayeron un 3.1%, a $us1,477.90 la onza.
Asimismo, el dólar subió cerca de un máximo de tres años frente a una cesta de seis destacadas monedas, presionando aún más al oro.
La razón de esta caída, se debía a que los inversores seguían acumulando efectivo y abandonaban los metales, al mismo tiempo que el aumento de cierres nacionales por culpa del coronavirus amenazaba con opacar las medidas de estímulo de los bancos centrales mundiales para combatir el daño económico de la pandemia.
Por otro lado, en Bolivia, las Reservas Internacionales bajaban a menos de $us 6.000 millones, el monto más bajo desde 2008. Según el informe del Banco Central de Bolivia (BCB) al 20 de marzo, Las Reservas Internacionales Netas (RIN), descendieron a $us 5.921 millones, luego de al haber alcanzado los $us 6.468 millones (547 millones menos).
Según los expertos y el boletín del BCB, está caída se dio por la paralización del comercio exterior, ocasionado principalmente por la cuarentena por el coronavirus.
“Las Reservas Internacionales Netas presentan una disminución en las últimas semanas que se explica principalmente por: la salida de transferencias al exterior asociadas a importaciones privadas; importaciones del sector público, que se mantienen dinámicas debido a la fuerte inversión en este sector“, señala en el reporte oficial del ente emisor.
Por su parte, frente a la situación mundial, La Reserva Federal tomó nuevas medidas agresivas para combatir el impacto económico del brote de coronavirus, lo que impulsó la confianza de los inversores. En base a esto, casi al término del mes, Los precios del oro escalaron más de un 4%, revirtiendo pérdidas previas.
De esta manera, al cierre del mes de marzo, en la última cotización, el oro se negoció a $us 1.596,60, lo cual implicó un descenso del 2,84% con respecto al valor de la jornada anterior.
Por su parte, Bolivia cerraba este mes con un valor Bs. 11.133,72 por onza y de Bs. 358 el gramo de oro por cada 34 quilates.
Durante las primeras semanas de abril, el precio del oro tuvo un repunte. El oro al contado mejoraba un 0.1%, a US$ 1,650.40 la onza, tras tocar su máximo desde el pasado 9 de marzo. Los futuros del oro en Estados Unidos ganaban un 0.1%, a US$ 1,685.90.
Este ascenso en el precio, fue provocado por el incremento de la cifra de muertes por el coronavirus que afectaba al apetito por el riesgo, mientras los inversores esperaban la publicación de las minutas de la última reunión de la Reserva Federal en busca de pistas sobre más medidas de estímulo.
Actualmente, y en base al último informe de Reuters al 22 de abril, el precio del lingote tocó un nuevo máximo, ante las expectativas de un mayor estímulo por parte de los bancos centrales para limitar el perjuicio económico del coronavirus, mientras la mayoría de los países extienden sus medidas de cuarentena para frenar su propagación.
De acuerdo al detalle, el oro al contado subió un 1% a $us 1.730,32 por onza, luego de alcanzar el nivel más bajo días anteriores, a 1.670,55 dólares. Los futuros del oro en Estados Unidos cerraron con un alza de 0,5%, a 1.747,50 dólares la onza.
Puntualmente en Bolivia, el precio por cada onza de este metal cerró por Bs. 11.887,35, mientras que el precio del gramo de oro por cada 24 quilates, tiene un valor de Bs. 382 hasta la fecha.
Según analistas consultados por este medio, el oro sube por las apuestas de que las medidas de estímulo monetario global sin precedentes aumentarán y después de que la agitación histórica en la industria petrolera les recordó a todos que estamos muy lejos de ver un retorno de la actividad económica global normal.
Los mercados mundiales de acciones se vieron afectados por la caída de los precios del petróleo WTI en Estados Unidos, que se desplomaron para cotizar en territorio negativo por primera vez en la historia.