Apple y Google han anunciado una serie de novedades en el protocolo que lanzarán a mediados de mayo para que las autoridades sanitarias creen sus apps y sean interoperables entre sistemas y países.
El proceso sigue teniendo dos fases. La primera estará lista en mayo y será una API, una serie de funciones que permitan la creación de una app. La segunda, dentro de unos meses, llegará mediante una actualización menor del sistema operativo y, tras el permiso del usuario, funcionará directamente, sin la necesidad de descargar una app. Cuando el sisteme detecte que el usuario puede haber sido contagiado, le advertirá para que descargue la app correspondiente y siga los consejos de las autoridades sanitarias.
El sistema funciona por bluetooth. Cada usuario que descargue una app nacional o dé permiso a través del sistema operativo, emitirá un código que los móviles cercanos captarán. Ese código será generado de manera aleatoria. En la versión inicial del protocolo había una clave general que permitía generar los distintos identificadores.
Ahora no. Al menos una vez al día, todos los móviles se descargarán los códigos que las personas que han dado positivo han emitido. Si alguno de esos códigos está archivado en el móvil del usuario, el dispositivo alertará del posible contagio. Ese “match” se hará en el teléfono, bajo el control de usuario, según ambas compañías. Estas listas diarias de notificaciones serán gestionadas también por Apple y Google para una mayor operabilidad.
Entre los nuevos cambios, Apple y Google han destacado que cada usuario podrá activar y desactivar el sistema cuantas veces quiera. Si alguien tiene una visita delicada o quiere eliminar cualquier vestigio de contacto con la persona que va a ver, puede desactivar temporalmente el emisor y receptor de códigos a través de bluetooth.
En una llamada con periodistas europeos, representantes de Apple y Google han insistido que todos los cambios se hacen para mejorar la privacidad de sus usuarios y para ayudar con humildad a las autoridades.
Ambas compañías han evitado dar detalles sobre cómo puede adaptarse su protocolo, que es obviamente voluntario, con las prioridades de cada gobierno. Las dos compañías han admitido que mantienen conversaciones constantes con autoridades de varios países. Cada país puede seguir adelante con el protocolo que desee -o con ninguno-, pero si esta tecnología debe ser masiva para tener éxito, es difícil que lo logre sin usar el protocolo que ofrecen las dos empresas que copan el mercado.
Para que haya un contacto el tiempo de exposición deberá ser al menos de 5 minutos. La duración máxima de un contacto que ofrecerá el protocolo será de 30 minutos. Los gobiernos no les han pedido más tiempo. Apple y Google sí calcularán la potencia de la señal de bluetooth para hacer una estimación de la distancia a la que se ha producido un contacto. ç
El protocolo también ofrecerá una estimación del día que se produjo ese contagio. Son detalles que les han pedido las autoridades para poder entender mejor los contagios. Esa información no incluirá localización ni la identidad de la persona contagiada, según ambas compañías.
Entre los cambios que han anunciado las compañías está el del nombre. Apple y Google prefieren que su sistema se llame notificación de exposición y no el habitual y común rastreo de contagios. “Rastreo” es una palabra muy connotada.
Ambas compañías admiten que el éxito de esta tecnología depende de muchos otros factores y que este sistema por sí solo no va a resolver la pandemia. Google lanzará su actualización a través de los Play Services y estará disponible para más de 2 mil millones de sus móviles. No estará diponible en los Android de China, donde Google no funciona. Apple empleará iOS 13, que se actualiza en todos los iPhones desde el 6S, presentado en 2015