Nuevamente se visibiliza el paralelismo de organizaciones sociales en el país, esta vez alrededor del polémico decreto de abreviación en la evaluación del uso de semillas transgénicas.
Hace unas horas se conoció que la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), catalogada como afín al MAS, decidió encaminar un acuerdo de cooperación interinstitucional con la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) para la “transferencia de tecnología”.
“La CIDOB del ex Gobierno del MAS a la cabeza de Pedro Bare y que hoy está a la cabeza de Gregorio Alexander Quetty Medina, ha suscrito una alianza de cultivo de semilla transgénico con la CAO, con el objetivo de destruir los bosques de los territorios indígenas ancestrales, sin consultar a las bases”, detalla un manifiesto difundido hoy por la denominada Cidob orgánica del país.
El acuerdo de este sector con la CAO establece que “hoy más que nunca necesitamos unir fuerzas para garantizar la seguridad alimentaria de los bolivianos (…) Vamos a dar un salto en la producción de alimentos, vamos a responderle a la crisis con un gran esfuerzo compartido (…)”
De igual forma el documento, también firmado por Reinaldo Diaz de la CAO, detalla la transferencia de tecnología y nuevas prácticas “para evitar el uso del fuego”, señala una nota de ANF.
Frente a esta firma de un sector paralelo de la Cidob, la otra parte “orgánica” se pronunció. “Nos declaramos defensores y en estado de alerta; declaramos nula la firma de convenio CIDOB del ex Gobierno del MAS – CAO; ya que CIDOB Orgánica primero consulta a sus bases antes de suscribir cualquier tipo de convenio y siempre protegerá el derecho a la vida, la salud humana y las semillas de origen natural ancestral (suelos y aire sin tóxicos ni agroquímicos)”.
Otras organizaciones de pueblos indígenas tierras bajas se pornunciaron manifestando su desacuerdo y rechazo al intento de los agropecuarios de sumar apoyos para la aprobación de cultivos transgénicos.