Bolivia continuará importando trigo y otros derivados del grano en lo que resta de este año. Al menos esa es la conclusión de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) porque en la campaña de invierno hubo una disminución en la siembra por lo que prevé un déficit en la producción nacional.
Los productores sembraron al menos 105 mil hectáreas de las 130.000 previstas para esta campaña y 20 mil hectáreas menos que el año pasado.
“El año pasado se sembraron unas 125 mil hectáreas de trigo en la campaña de invierno, (ahora) estamos en una superficie inferior”, informó el gerente de Anapo, Jaime Hernández, a la red Unitel.
Un factor determinante, según refirió, fue la sequía que se registró fundamentalmente en el mes de mayo. En condiciones normales se tiene previsto alcanzar una producción de entre 180 a 200 mil toneladas de trigo, pero si la sequía persiste esta cantidad mermaría.
“Si hay una afectación de sequía como se está dando en estos momentos con seguridad que esa producción se podría ver reducida drásticamente al momento de la cosecha. Estas 180 mil toneladas cubrirá cerca del 25% de la demanda nacional” reportó Hernández.
La demanda nacional estimada es de 700 mil toneladas de trigo por lo que el Gobierno deberá importar el 75% del producto para garantizar la provisión de harina y otros insumos derivados de este producto.
Fuente: Brújula Digital