El candidato presidencial por la alianza Creemos Luis Fernando Camacho aclaró este domingo a través de un comunicado, la posición oficial de respaldo al uso de la biotecnología y considera que el Decreto Supremo N° 4232 reinicia, aunque de manera tímida, la vuelta del país al uso y utilización de esta tecnología para los cultivos de soya, maíz, caña de azúcar, algodón y trigo.
Señala que su oferta electoral propone de manera clara, contundente y sin ninguna duda, el uso de la biotecnología para aumentar la productividad agrícola, permitiendo mejorar las condiciones de ingreso y de vida de millones de compatriotas que se dedican a esta actividad y viven en áreas rurales, y posibilitando el acceso a divisas por exportaciones ante la incertidumbre de los hidrocarburos y la minería.
La posición de Camacho es distinta a la expresada por su vocera Roxana Lizárraga quien considera que la autorización de la semilla transgénica atenta a la salud de los bolivianos. Creemos indica que hasta ahora no hay evidencia científica de que alguien haya fallecido y haya vista afectada su salud por el uso o consumo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), pero sí hay la lamentable experiencia de la pérdida de millones de vida al año por hambre.
Observa que paradójicamente los grupos opositores a la utilización de la biotecnología, se visten con prendas de algodón que ha sido genéticamente modificado, o consumen jugos de soya o maíz que igualmente modificado, pero en otros países.
Como objetivo estratégico en el uso de los avances biotecnológicos, proponen que la producción de la agricultura de Bolivia duplique su producción en 10 años, llegando a producir más de 35 millones de Tm en 2030.
Señala que el incremento de la producción no puede significar el aumento de la superficie cultivada con lo que se disminuye la deforestación y el uso de otros recursos como el agua.
Camacho recordó que el salto tecnológico que se produjo en la agricultura cruceña a partir de los años 90 del siglo pasado con paquetes tecnológicos, semillas mejoradas, permitió el crecimiento de la actividad y favoreció especialmente a los pequeños y medianos productores.