La instalación de un laboratorio y la definición de protocolos de exportación con seis países se trabajan de manera paralela al Primer Congreso Mundial del sector.
La ardua labor para el mejoramiento de la calidad de la carne y el aumento de la producción en la ganadería boliviana finalmente da sus frutos. La apertura de protocolos para la exportación de material genético nacional y la organización del Primer Congreso Mundial de Criadores de Cebú (Comcebú) permitirán al sector llegar con su trabajo a todos los rincones del mundo.
Productores ganaderos y autoridades de Bolivia ya trabajan para llegar a seis países con animales y genética y hay otras regiones interesadas.
“Es un orgullo sudamericano que el mejor Nelore Mocho del mundo esté aquí, en Bolivia”, destacó el presidente de la Asociación Ecuatoriana de Criadores de Ganado Nelore, Javier Zambrano. “Hay una excelente genética acá”, por lo que “Bolivia es un referente en esta materia”, agregó.
Consciente de esta ventaja, Ecuador ya importó embriones, semen, ganado y carne de Bolivia, y espera exportar sus potencial en razas Guzerá, Brahman y Gyr.
Zambrano forma parte de una de las delegaciones de 24 países que desde el 15 de septiembre hasta hoy martes serán parte del inédito Comcebú, en el que participarán más de 1.000 personas de los cinco continentes.
“Estamos poniendo a Bolivia en el mapa ganadero”, dijo Mario Ignacio Anglarill, propietario de El Trébol, cabaña que alberga a Lewandowski FIV, el cebuino que con sus 1.435 kilos marcó un récord en los juzgamientos de la Expocruz. “El progreso genético ha sido gigantesco”, subrayó.
Encuentro de negocios
El congreso permite el relacionamiento de los criadores de razas cebuinas del mundo y la transferencia de tecnología y conocimiento, así como el cierre de negocios para la exportación de carne y genética bolivianas.
En el frente genético, Asocebú y el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) trabajan en la apertura de protocolos de exportación con seis países: Ecuador, Colombia, Perú, Paraguay, Argentina y Brasil, mientras se alistan procesos similares para Guatemala, El Salvador, Panamá, Costa Rica, Honduras y Cuba, anunció Yamil Nacif, según Yamil Nacif, presidete de la Asociación Boliviana de Criadores de Cebú (Asocebú).
“Con las exportaciones de genética arrancamos este 2022. Si bien exportamos un poco de semen a Brasil, este año vamos a volcar la página”, remarcó.
En el frente cárnico, la calidad del alimento permitió hasta el momento abrir mercados como los de China, Singapur y Perú, mientras se trabaja para que “en el corto y mediano plazo” se abran las puertas de Chile y Rusia.
“Nuestra carne está considerada como una de las mejores carnes del mundo, porque es de ganadería de pasto, de ganadería sostenible”, sostuvo Yamil Nacif.
Pero Bolivia no será el único país que encuentre oportunidades en el Comcebú. Con el evento, Sudamérica en general puede potenciar su industria cárnica.
“Esperamos consolidar la articulación regional que se viene dando con el liderazgo de la ABCZ (Associação Brasileira dos Criadores de Zebu) y Asocebú Bolivia”, afirmó Zambrano.
Esta coordinación, acotó, permitirá a la familia ganadera sudamericana no solo ser una fuente de alimentos segura para el abastecimiento de la población regional, sino ser protagonista clave en la alimentación de la ascendente población del planeta. “Es un desafío muy importante alimentar al mundo de una manera sostenible y sustentable”, dijo Zambrano, quien destacó el gran impulso a la industria ganadera de la región.
Este desarrollo avanza con las nuevas tecnologías, como la inseminación artificial a tiempo fijo, la ultrasonografía de carcasa, la biotecnología reproductiva y más. Y en la promoción del desarrollo ganadero, el sector público tendrá un rol importante.
La mejora continua “va a depender de un trabajo conjunto del sector público y privado”, subrayó el presidente de Asocebú, quien tiene claras las tareas que se vienen tras el Comcebú: seguir abriendo mercados, primero América, luego Europa y Asia.
En este marco, el productor Andrés Nacif pidió a las autoridades facilitar los mecanismos para las exportaciones del sector. “Al final, lo que se quiere es tener un país productivo donde vamos a ganar todos”, subrayó.
Una labor de 48 años
“El trabajo que vienen haciendo los socios de Asocebú desde hace 48 años se refleja en la ganadería comercial, en la cantidad de carne de exportación y, sobre todo, en la calidad” de este alimento, destacó Yamil Nacif.
Los toros que proveen los socios de Asocebú fertilizan la ganadería comercial boliviana y transmiten en su genética mayor precocidad; es decir, ganancia más rápida de peso; mejor rendimiento por carcasa, lo que significa más carne por ejemplar; bovinos listos para el faeneado en mucho menor tiempo; y vacas mucho más fértiles (un ternero por año) y con mayor producción de leche.
Hace unas tres décadas; por ejemplo, se enviaba a matadero animales de entre seis y siete años con un rango de peso de entre 400 y 500 kilos, hoy se envían ejemplares con ese peso o más con una edad de dos años o menos, indicó Anglarill, propietario de Lewandowski FIV.
Lewandowsky no solo es el bovino más pesado de la feria, sino que alcanzó ese volumen en menos de tres años, aumentando desde que nació un promedio de 1,38 kilos por día, “una ganancia de peso espectacular”.
Logros así en la ganadería se alcanzan solo con mejoramiento genético; es decir, con procesos de selección, inseminación, transferencia de embriones y fertilización in vitro, así como con otras inversiones en nutrición, sanidad, bienestar animal, abate de ganado e infraestructura de transporte.
Sin embargo, “el 90% del progreso es selección genética y el 10% mejoramiento de pasturas y todo lo demás”, sostuvo Anglarill.
Según Asocebú, con este trabajo, el 90% de la ganadería nacional tiene genética cebuina, lo que ha hecho que Bolivia esté entre los cinco mayores productores de carne de la región. “Venimos creciendo y haciendo inversiones en genética para contribuir a nuestro país con toda la producción que tenemos. Vamos a llegar bien lejos”, destacó Jazmine Rivera, gerente de la Cabaña Santiago, quien junto a su familia vio cómo cambió el hato bovino boliviano en las últimas décadas.
“Es un avance muy grande, un orgullo para la ganadería en Bolivia”, remarcó.
“Todo este mejoramiento permite tener carne de calidad para el mercado interno y para la exportación; y además poder producir y exportar esa misma genética”, sostuvo Anglarill.
Y en estos avances, el ganado lechero no se queda atrás. El cruce de las razas Gyr y Holstein y la fertilización in vitro le permitieron al país; por ejemplo, contar con vacas Gyrolando, que producen hasta 60 kilos de leche por día, remarcó Andrés Nacif, gerente propietario de la cabaña Esterlina, quien destacó que este y otros rendimientos son casi iguales a los que se obtienen en Brasil.
Pero al igual que en el caso de Lewandowsky, los parámetros son otros para las grandes campeonas lecheras. En el concurso de la Expocruz, la vaca de raza Gyrolando Figo 0110 FIV Guillespy, de Cabaña Esterlina, produjo en un día 135,16 kilos.
“Los ojos del mundo van a estar enfocados en la productividad de la ganadería en Bolivia”, apuntó Andrés Nacif, que para este momento preparó lo mejor de su producción de animales Gyr y Girolando.
Los Gyrolando, animales de “primerísima calidad”, no solo tienen “el mayor potencial lechero del mundo”, sino que son idóneos para espacios abiertos y para adaptarse al clima tropical, por lo que los criadores de esta raza aceleran la producción de vaquillas para cubrir la demanda de estos ejemplares en Bolivia, indicó Andrés Nacif.
El prestigio que tiene la ganadería boliviana ya es conocido en Sudamérica, aunque se espera darle un mayor alcance con Comcebú.
Fuente: El Deber