Nadie duda que en el futuro inmediato y aún en tiempos del Covid 19 ingresaremos a un ciclo de fuerte recesión, serán momentos en que los expertos economistas propondrán las más diversas fórmulas para que los países y la economía global puedan superar en el menor tiempo posible esta grave situación.
Aunque fueron otros tiempos y condiciones de alguna manera diferentes, la humanidad de este planeta ha conocido situaciones de recesión económica durante toda su historia y sobre todo la más reciente en el siglo pasado durante los años 30, con sus consecuencias de hambre y miseria realmente desastrosas.
En nuestro tiempo, el progresivo cierre de muchas empresas, la consiguiente pérdida de miles de fuentes de empleo; solo en Latinoamérica es estima que se perderán más de 17 millones de puestos de trabajo, engrosando el universo de las familias en situación de extrema pobreza. Las carencias por falta de lo más esencial como la alimentación, la salud y una vivienda digna, provocaran sin lugar a duda la desesperación en muchos hogares.
Ante este escenario previsible lo lógico es que el nuevo orden económico mundial y la “nueva normalidad” nos encuentre lo mejor preparados posibles y tomemos las medidas más oportunas. En nuestros países, con sus particularidades deberán ser los gobiernos en sus diferentes niveles los que tomen iniciativas que permitan sobrellevar esta muy delicada situación y superarla en el mediano plazo. Desde los gobiernos municipales más pequeños hasta los más grandes, podrán aportar creando condiciones que sumen al conjunto de una solución general por el bien común. Naturalmente el Gobierno Nacional deberá tener la capacidad de tomar medidas económicas creativas, inteligentes y efectivas de apoyo a las diferentes iniciativas regionales.
Es aquí donde las alianzas público-privadas tendrán un espacio para desarrollar planes y proyectos conjuntos para la construcción de infraestructura vial, saneamiento básico, viviendas, hospitales, escuelas, etc.
Un ejemplo muy cercano en esta línea de acción es la construcción del puente de la Roca y Coronado sobre el río Piraí, luego de aprobación de parte del Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra, solo resta la firma del convenio entre los dos municipios y se podrá iniciar una importante obra que, además del gran beneficio para la metrópoli cruceña, será generadora de cientos de empleos directos e indirectos, que aliviarán en alguna medida la grave situación que se avecina.
Para acompañar esta Gran Cruzada Nacional será estrictamente necesario y una condición sine qua non un Cambio Cultural radical y contar con Autoridades y funcionarios probos totalmente honestos. Será necesario una transformación total de la Administración de Justicia, capaz de castigar severamente a quienes se atrevan a medrar y enriquecerse con el hambre y las necesidades más elementales del pueblo.
Fernando Crespo Lijerón/ Vecino de Porongo