La semana pasada pudimos participar de la XXIX Conferencia de Energía que celebra cada año el Instituto de las Américas, en la Jolla, California. Esta vez, lastimosamente se realizó virtual. Es una importante conferencia por la elevada participación de ministros, altas autoridades de entidades e instituciones públicas de los países de América Latina, empresas del sector energético y de analistas independientes.
De las presentaciones y discusiones definitivamente rescatamos las preocupaciones y medidas que se están tomando y se piensan tomar para no permitir desmantelar los sectores de hidrocarburos en los distintos países. En particular, quisiera rescatar las medidas que se están tomando por parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) de Colombia, de la agencia que maneja el upstream (exploración y producción) en Perú, Perupetro, del Ministro Energía de Ecuador y también de algunas reflexiones realizadas sobre Argentina, en relación a este tema del desmantelamiento.
Todos estos países producen hidrocarburos y, de una u otra manera, son también exportadores de gas o petróleo. Es decir, sus economías tienen una cierta o gran dependencia de este sector y por eso la preocupación manifestada y las medidas que se están tomando, o evaluando tomar, de manera que se evite el desmantelamiento.
Cuando hablamos de desmantelamiento nos referimos a mantener empresas estatales o privadas con incentivos suficientes para seguir explorando y explotando, mantener abastecimiento interno y exportaciones en el mediano y largo plazo, para que los proyectos en infraestructura tengan continuidad, que gran mayoría de las empresas de servicios –en toda la cadena– no quiebren y se evaporen y que los profesionales no tomen diferentes rumbos y se pierda capital humano técnico, imprescindible para esta industria. Venezuela desmanteló su sector hidrocarburos y así le ha ido, como todos podemos constatar.
No desconozcamos que la industria de los hidrocarburos está siendo y será impactada de manera notable en los próximos dos a tres años. La movilidad del planeta estará bastante reducida todo este 2020. Hábitos como el trabajo desde una oficina en casa, reducidos viajes y turismo, menor interés por comprar, y mucho más, mantendrán demanda y precios muy bajos y no retornarán a la normalidad en los próximos dos a tres años.
Las empresas estatales y públicas, principalmente de exploración, tienen fuertes reducciones en sus ingresos y, por lo tanto, están recortando agresivamente sus presupuestos de inversión, personal y otras áreas con el fin de mantenerse con flujo de caja para seguir operando. Miles de empleos, a nivel mundial y en toda la región, ya se han recortado y también billones de dólares que pensaban ser invertidos se están cercenando.
Es así que, en los países que señalamos, se está tomando una serie de medidas e incentivos para hacerlos competitivos, de manera de mantener un nivel de inversión adecuado y no desmantelar sus sectores de hidrocarburos. Regalías, cánones, impuestos, plazos y programas exploratorios, precios, subsidios, etc. etc. están siendo implementados y analizados.
Y por casa, en Bolivia, ¿qué estamos haciendo para que el motor de la economía no se desmantele totalmente? Nuestro Ministerio, lastimosamente, anda más preocupado entregando alimentos y haciendo fumigación de la mano de YPFB (con cámaras de TV por detrás) que concentrado en la sostenibilidad de este muy importante sector de nuestra economía. No hemos visto un ápice de preocupación. Como dice un colega, están en otra.
Le recordamos a nuestro Ministro que la escasa exploración que estaba en marcha se está evaporando y que en aproximadamente media década más, tendremos que importar todo el diésel y gasolina y otros derivados del petróleo que consumiremos. Que en siete a ocho años más no tendremos una molécula de gas para exportar. No digan que no advertimos. Lo venimos haciendo desde hace más de media década, sin ningún éxito, y los impactos del Covid-19 deberían sacudirnos.
El autor es exministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual socio director de Gas Energy Latin America