La gente protestó exigiendo su segunda dosis de vacunación. En el Japonés resolvieron no recibir más pacientes para priorizar la atención en el domo de UTI.
Las protestas por la demora en la aplicación de segundas dosis de la vacuna Sputnik V volvieron a ser parte del ambiente que se vive en los puntos de vacunación de la capital cruceña. Unas 70.000 personas son las que deben completar su esquema con esta vacuna en este mes de agosto.
Los reclamos se dieron porque hasta la mañana de este martes estaba habilitada la atención a quienes recibieron su primera dosis hasta el 21 de mayo, pero debido a las quejas el Servicio Departamental de Salud (Sedes) decidió ampliar la atención para incluir a quienes recibieron el primer componente hasta el 24 de mayo.
El responsable de las Redes Urbanas de Salud, Jorge Quiroz, en una breve conferencia en el centro de vacunación de la Universidad NUR, dijo que los lotes recibidos “permitían vacunar a quienes recibieron la primera dosis hasta el 21 de mayo”. Sin embargo, en un recuento realizado demostraron que se cuenta con un remanente para extender la atención a los que fueron vacunados hasta el día 24 de mayo.
En todos los casos, se debe acudir al mismo punto donde se recibió la primera vacuna para completar el esquema de inmunización. Quiroz pidió paciencia a la población y que respete el orden de vacunación, así como a las instituciones y los trabajadores de salud que están cumpliendo con su trabajo.
Responsabilizó al Ministerio de Salud por la demora en la llegada de segundas dosis.
“Las personas quieren completar su esquema de vacunación”, por ello se ha pedido más dosis a las autoridades nacionales. Confiamos de que esta semana llegue un nuevo lote de segunda dosis de Sputnik V para evitar la incertidumbre, el caos y la intolerancia de la población que quiere de manera responsable completar su esquema de vacunación”, explicó Quiroz.
A primeras horas de la mañana de este martes se observaron protestas en la universidad NUR y en la Udabol de personas que pedían ser vacunadas, porque ya habían cumplido los 90 días de espera.
Quiroz indicó que en las cuatro redes urbana de la ciudad ayer estaban distribuidas alrededor de 7.500 dosis del segundo componente de la vacuna rusa, que permite cubrir a las personas que se vacunaron con su primera dosis hasta el 24 de mayo.
El funcionario del Sedes informó que más de 370.000 personas ya recibieron la primera dosis en el departamento, pero se necesitan unas 70.000 segundas dosis para cubrir a las que les toca complementar su esquema en agosto. “Tenemos que ver que el flujo sea constante para cubrir a los más de 370.000 personas que recibieron sus primeras dosis”, dijo.
Sobre los contratos
La directora del hospital Japonés, Neisy Surriabre, indicó que viven una situación muy crítica porque hace más de un año vienen poniendo el máximo esfuerzo para afrontar la pandemia de coronavirus y ahora se han visto obligados a cerrar el domo de terapia intermedia ante la imposibilidad de continuar atendiendo por la falta de personal.
La medida también ha obligado a tomar la determinación de no recibir más pacientes críticos con covid-19 porque se debe priorizar la atención de los que están en el domo de terapia intensiva.
Recordó que esta semana recibieron una comunicación del Ministerio de Salud en la que les informan que no está contemplada la renovación de los contratos del personal de las áreas de covid-19 y que “no debe permanecer ningún médico trabajando sin las contrataciones respectivas, lo que es lamentable cuando hay profesionales que llevan dos meses trabajando, esperando su recontratación”.
“¿Esto a qué nos lleva?, a reducir la atención, con lo cual no estamos admitiendo más pacientes por la responsabilidad de garantizar la atención a los 21 enfermos que están en el domo 1 (de terapia intensiva)”, agregó Suarriabre.
Indicó que allí han pasado a trabajar los 18 médicos que todavía tienen vigentes sus contratos, pero cuando finalicen, se irán reduciendo las camas hasta el cierre de este espacio que fue habilitado el año pasado para garantizar la tención a los pacientes con complicaciones graves del Covid.
En otros hospitales, como el San Juan de Dios, Mario Ortiz y Óscar Urenda, atraviesan la misma situación.
Fuente: El Deber