Los argentinos hablan en broma de “cuareterna” en vez de “cuarentena”, refriéndose al confinamiento más largo del mundo. Los vecinos del Gran Buenos Aires llevan cinco meses en sus casas, con los nervios a flor de piel.
En unos años, cuando en los libros de historia aparezca el tema de la pandemia mundial de coronavirus, se podrá leer mucho sobre la estrategia sueca, que se basa en la responsabilidad personal de los ciudadanos, pero de la que fueron víctimas muchas personas mayores. Sin duda, también se dedicará un capítulo a EE. UU., el país con mayor número de infecciones y muertes, lo que podría costarle la reelección al presidente Trump.
Y luego quizás se hablará de un país que ordenó la cuarentena más larga del mundo, por buenas razones, pero que tuvo consecuencias fatales para la población confinada: Argentina.
159 días aislados
El 3 de marzo, Buenos Aires confirmó el primer caso positivo de COVID-19, un hombre que había regresado de Milán. Cuatro días después, el Ministerio de Salud confirmó la primera muerte por coronavirus, el primer fallecimiento registrado por el virus en América Latina.
El 20 de marzo entró en vigor el toque de queda a nivel nacional. Desde entonces, no se ha dejado salir a los habitantes del Gran Buenos Aires, epicentro del coronavirus en el país, más que para ir de compras o a la farmacia más cercana. Han sido159 días infinitos.
La pregunta que muchos argentinos totalmente exasperados se hacen ahora es: ¿qué es peor? ¿La enfermedad o la medicina?
Daño colateral psicológico
“Según un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, dos de cada tres argentinos tienen hoy graves problemas de sueño”, dice Rosendo Fraga, y agrega: “en la clase media la gente se rebela, los pobres sufren depresión grave”.
Fraga es el director de un grupo de expertos de Buenos Aires que saca a la luz los problemas políticos y económicos de Argentina desde hace décadas. Así que este analista político tiene bastante trabajo desde hace tiempo. Pero ahora mucha gente le pide una respuesta: ¿cómo influye un cuarentena tan larga en una sociedad? “A la gente se le agotan las fuerzas, ya no puede más, se encuentra mal. El gobierno de Fernández simplemente subestimó los efectos psicológicos de una cuarentena tan prolongada en la población “, afirma.
El hecho de que los argentinos no puedan pegar un ojo no es el único problema, sino que la cifra de depresiones se ha quintuplicado. Uno de cada dos argentinos, ha dejado de realizar actividades para mejorar su salud desde que comenzó la cuarentena. Casi la mitad toma alcohol con más frecuencia que antes de la pandemia, y el consumo de cigarrillos, drogas y psicofármacos también ha aumentado drásticamente. Además, seis de cada diez argentinos ha subido de peso.
Críticas al presidente Fernández
“No estoy obsesionado con la cuarentena, estoy obsesionado con la salud de los argentinos”, se defendió el presidente Alberto Fernández durante la décima prolongación de la cuarentena, hasta el 30 de agosto. El presidente se enfrenta a un problema sin solución: a pesar de las rígidas restricciones de salida, Argentina se encuentra en medio de la pandemia. Este lunes (24.08.2020) registró casi 9.000 contagiados y 382 muertos, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia.
“Esta situación es sumamente difícil para el Gobierno”, explica Fraga, “la pandemia está precisamente ahora en su punto más álgido y, al mismo tiempo, la gente simplemente está harta de la eterna cuarentena”. Si Fernández la cancela en unos días, las cifras seguirán aumentando (actualmente más de 350.000 contagios totales y más de 7.300 muertes); si vuelve a extender la cuarentena, la gente irá a las barricadas.
Cuando el presidente prohibió las celebraciones familiares y las reuniones con amigos a principios de agosto, para muchos argentinos fue la gota que colmó el vaso. El 17 de agosto, día de conmemoración de la muerte del libertador José de San Martín, miles de personas salieron a las calles a manifestarse contra las restricciones de salida. En el país con mayor cantidad de psicólogos del mundo, los nervios están al límite, porque muchos temen por su trabajo o ya lo han perdido.
Coronavirus en medio de problemas económicos
“El desempleo y la pobreza han aumentado enormemente”, explica Rosendo Fraga. La economía está en caída libre, con más de 42.000 pequeñas y medianas empresas cerradas desde marzo. Y esto en un país que atraviesa un grave momento económico y en el último momento apenas pudo evitar otra quiebra. Para fin de año, se espera que seis de cada diez argentinos vivan en la pobreza.
“El Gobierno ha perdido apoyo masivo debido a su gestión de la crisis de coronavirus”, explica el politólogo. Lo que también tiene mucho que ver con la comunicación: “Cuando comenzó la cuarentena el 20 de marzo, nos dijeron que alcanzaría su punto máximo en abril. Después de eso fue mayo, luego junio y julio. Y en la última prórroga hasta el 30 de agosto, Fernández dijo que el peak llegaría en septiembre”.
Argentina, que fue durante mucho tiempo uno de los países que mejor controló la pandemia, ahora ha superado a Suecia en las estadísticas de muertes por coronavirus, a pesar de la cuarentena. Rosendo Fraga cree que “Argentina siempre se ha caracterizado por su incapacidad para aprender de los errores y no volver a cometerlos. Quizás esto cambie con el coronavirus, pero me sorprendería mucho “.
DW.