El presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva de Santa Cruz, José Luis Prieto, anunció que no utilizarán los respiradores españoles traídos por el gobierno para tratar a los enfermos de Covid-19 porque no están seguros de sus resultados.
El Ministro de Salud Marcelo Navajas defendió la calidad del producto y aseguró que los equipos fueron sometidos a ensayos clínicos satisfactorios en una gran diversidad de hospitales en España.
“Yo quiero saber si ese material fue probado en estudios clínicos en España; tuvimos un contacto con un médico en España, dijeron que no están usando ese equipamiento”, declaró a la red Uno al poner en duda la capacidad de los respiradores para generar la suficiente presión de aire hacia el paciente en casos de extrema necesidad.
La presidente Jeanine Añez, el ministro de Gobierno Arturo Murillo y autoridades locales de Santa Cruz, recibieron el jueves los primeros 170 aparatos de los 500 comprados por el gobierno con un crédito de 5 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo. (BID).
Con esto el gobierno intentó enviar un mensaje de estar cumpliendo con el anuncio realizado en abril para equipar los centros hospitalarios sobre todo en Santa Cruz, donde se registran 2.297 casos de los 3.577 que tiene Bolivia hasta ayer viernes. Sin embargo los médicos observaron la calidad del producto porque consideran que en este momento se necesitan ventiladores de alta gama y no respiradores mecánicos.
A través de un comunicado el Ministerio de Salud explicó que los aparatos “son equipos de respiración invasiva aprobados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y aseguró que estos equipos han sido sometidos a ensayos clínicos satisfactorios en una gran diversidad de hospitales en España.
El ministro Marcelo Navajas anunció que los nuevos respiradores de fabricación española con equipamiento de Siemens en toda la parte interna, reforzarán las UTIs de varios hospitales del país; son equipos automatizados y diseñados para monitorear parámetros cruciales para ayudar a la respiración humana.
El dispositivo incluye la electrónica necesaria para controlar y monitorizar en tiempo real y en forma remota variables como la frecuencia, el volumen, presión y caudal del aire aportados al paciente, señala el comunicado.
Prieto estima que “este ambú” traído por el gobierno tiene que comprimirse en 24 horas, 17.080 veces a una frecuencia de 12 veces por minuto, pero duda si aumentando a 16 respiraciones por minuto, pueda comprimirse 23.040 veces al día.
Dijo que emprendedores bolivianos fabricaron un producto con similares características en las ciudades de Cochabamba, Santa Cruz y La Paz, con buenos resultados en el diseño y estuvieron yendo por camino, incluso tocaron puertas a nivel gubernamental pero no fueron escuchados, indicó.
“Ahora nos traen un equipo español, desconozco el precio pero creo que no vamos a utilizarlo en las Unidades de Terapia Intensiva, porque nos vamos a ver en problemas en sentido que si tenemos un deceso con ese equipo, quizás no le echen la culpa al equipo, sino al médico que no supo manejar. Nosotros decimos desde este momento que esos equipos no van a ser utilizados en las UTIs, lamento mucho eso”, manifestó.
Anunció que en las próximas horas coordinará con La Paz para emitir un Manifiesto de la Sociedad de Médicos, solicitando al gobierno un acercamiento para planificar mejor la compra de estos “ventiladores mecánicos”.
En el mismo medio de comunicación, el doctor Freddy Sandy, Intensivista del Hospital Obrero de La Paz, dijo que estos aparatos “son reanimadores iniciales y el Covid no se salva pues con ventiladores” y si aun así, se necesita gente especializada porque la intubación es un trabajo muy complejo.
Navajas dijo que los respiradores españoles son los apropiados para el cuidado intensivo, intermedio, transporte, emergencia y apoyo para los pacientes críticos que requieran un respirador y no puedan contar con uno convencional, como los pacientes críticos de coronavirus y otras patologías.
“En mi vida profesional lo que más he hecho es trabajar con respiradores para personas con patología respiratoria importante y considero que este tipo de respiradores son un gran apoyo para llegar a los respiradores convencionales de terapia intensiva”, aseveró la autoridad.
De acuerdo a un estudio de la Sociedad sobre la situación actual, Bolivia requiere 1.100 camas de terapia intensiva pero solo cuenta con 490 camas de los cuales 470 funcionan entre servicio público y privado. Tiene al menos unos 200 intensivistas de los cuales dos fueron contagiados en el departamento de Beni, otra región crítica de la pandemia.