Muertes de sospechosos de COVID – 19, crece en en tres departamentos del país.

Los datos estadísticos de las muertes por Coronavirus, han llegado a los 820 casos en todo el país, sin embargo, estas cifras pueden ser simplemente referenciales, pues existen numerosos casos que no son contabilizados por diferentes razones.

Según se ha conocido, en Santa Cruz, Beni y Cochabamba entierran a las personas que fallecieron por insuficiencia respiratoria aguda y otros síntomas de Covid-19 sin la toma de muestras y el procesamiento de pruebas para determinar si tenían o no el virus. Por esta situación, el número de decesos a causa de esta enfermedad podría ser superior a los datos oficiales.

 La  responsable de Protocolo y Manejo de Cadáveres de Santa Cruz  Dagner Montalván  informó que decidieron la anterior semana que ya no se tomarán las pruebas a las personas sospechosas. “Cuando fallece una persona por sospecha en los domicilios (…) ya no se le está tomando las muestras para Covid-19. Ahora estamos reforzando la vigilancia epidemiológica con los familiares y a las personas que estaban en contacto con  el difunto”, declaró.

Santa Cruz es uno de los departamentos más golpeados por la enfermedad y hasta el domingo porque dieron positivo a la enfermedad mediante la prueba.

Esta cifra no coincide con el número de cuerpos que el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) recoge de los domicilios. La coordinadora de la entidad  Katerín Ramírez  informó que el número se incrementó en las pasadas dos semanas. “Sólo en domicilios, hablamos de 50 casos como promedio diario, a veces son más y otros días son poco menos, pero las pasadas dos semanas fue increíble. Nos tienen abarrotados con los cadáveres en domicilio”, dijo.

Mientras tanto, en Beni,  la cifra de estos casos duplica  a la oficial, pues  varias de las personas que fallecieron con síntomas del virus fueron enterradas como sospechas y sin pruebas para confirmar o descartar Covid-19. El técnico del Sedes Remy Lázaro  explicó que las muestras sólo se pueden sacar dos horas después de la muerte de la persona con síntomas de Covid-19. “A la  mayoría de las personas que  fallecen en los establecimientos de salud, se les toma la muestra aunque a veces tarde en llegar el resultado. A las que fallecen en los domicilios aún se les toma la muestra, pero siempre y cuando no pasen de las dos horas del deceso y si nos comunican después de ese tiempo ya no se lo puede hacer. Se la entierra como sospechoso”, indicó Lázaro.

En el departamento de Beni, si bien el número de casos de muertos por el coronavirus es reducido en comparación con Santa Cruz, no se cuantifica a las personas que perdieron la vida como sospechosos del virus. Lázaro informó que  el cementerio Covid -que se encuentra a 10 kilómetros de Trinidad- tiene alrededor de 300 cruces, cuando el reporte oficial da cuenta que en este municipio fallecieron 144 personas por esta enfermedad.

“En la peor situación recogíamos de siete a ocho cuerpos diarios y actualmente tenemos de uno a tres casos por semana”,  indicó Lázaro. Esta reducción, según el técnico, se debe a que la gente acude a los centros de salud. “Hay una mayor capacidad de atención a los enfermos y hay mayor disponibilidad de medicamentos”, explicó.

La situación en Cochabamba no es tan diferente. Sólo el sábado se recogieron 13 cuerpos de personas fallecidas; 12 se encontraban en diferentes domicilios y uno perdió la vida en plena calle, cerca del Hospital del Norte. Además, el horno crematorio  del Cementerio General  de este municipio ya no da abasto para atender la creciente demanda de los cuerpos.

“Lo mínimo que hacemos por día es de seis y lo máximo es de 13 tanto en calles como en domicilios. Todas estas muertes son extrahospitalarias y corresponde al IDIF su atención. Se realiza preguntas a los familiares para saber qué sintomatología tenían y para considerar (a los difuntos)  como sospechosos. Pero al final, todos son porque tienen los síntomas de esta enfermedad”,  declaró un fiscal que prefirió guardar su nombre en reserva.

El director del Cementerio General Benedicto González  explicó que al día tienen la capacidad de cremar hasta dos cuerpos frescos y se da preferencia a  quienes confirmaron que tenían la enfermedad. En cambio, los sospechosos deberán esperar entre 24 y 48 horas para que sean reducidos a cenizas.

 González explicó la anterior semana que  no todos los cuerpos cremados cuentan con el certificado de ser positivos de Covid-19. “Aprobamos una ley municipal que permite la cremación de forma gratuita a las personas que fallecieron por Covid, pero cuando nos llegan casos sospechosos deben pagar los 1.004 bolivianos que establece la tarifa”, afirmó.

Ante el incremento de muertes en Cochabamba, la Alcaldía se vio obligada a cavar una segunda fosa en el Cementerio General. La primera ya contenía 98 cuerpos hasta el anterior fin de semana.

Los hechos hacen presumir que el número de personas fallecidas por Covid-19 en Bolivia es superior a los 820 que figuran en los registros oficiales.

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