Una pareja de adultos mayores de la comunidad de Rosario del Ingre fue prácticamente ‘secuestrada’ de su casa el jueves, alrededor de las 23:00, por autoridades y personal de salud para que fuera a cumplir la cuarentena obligatoria de 14 días en Huacareta.
Ambos hicieron un viaje de casi seis horas en una ambulancia del hospital hasta el pueblo, donde los instalaron en una sala y después les pidieron que se buscaran una pensión para desayunar. El hijo denunció abuso y exigió que sus padres sean restituidos a su hogar pronto.
La historia comienza a desarrollarse cuando el padre viaja de Rosario del Ingre a Monteagudo para cobrar su jubilación, pero también para recibir atención dental. Su plan era quedarse unos dos días, pero a raíz de la molestia en su dentadura se quedó diez, señala el diario Correo del Sur.
Después, regresó a su casa en Rosario del Ingre. Le explicó a su esposa que se aislaría, por precaución, durante 14 días y que eso también implicaría que no tendría contacto con ella, pues mientras él estaba en Monteagudo se presentaron varios casos positivos de coronavirus. El hombre de 75 años es un profesional jubilado que trabajó como consultor de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.
Mientras la pareja estaba en su casa y el adulto mayor cumplía su aislamiento, la jueves 11 de junio, repentinamente, alrededor de las 23:00, sonó la sirena de la ambulancia en medio del absoluto silencio.
Según el relato del hijo que hizo a Correo del Sur Digital, un policía y el fiscal ingresaron a la casa y le comunicaron a su papá que vinieron a recogerlo para que cumpliera una cuarentena en Huacareta, pues el Comité de Emergencia Municipal se había enterado que en los últimos días estaba en Monteagudo.
El adulto mayor se mostró sorprendido. Les explicó que por precaución ya se encontraba cumpliendo esa medida y que no había ninguna posibilidad de tener contacto con la demás gente, porque su casa estaba distante a unos 150 metros de la más cercana.
Esos argumentos no fueron escuchados por las autoridades y no tuvo otra que obedecer las órdenes, pero cuando ya estaba en la ambulancia, una doctora observó que el hombre –según ella– estaba en contacto directo con su esposa, por lo que pidió que la mujer también fuera conducida a Huacareta.
Una nueva explicación del adulto mayor tampoco sirvió de nada. Las autoridades hicieron que los dos abordaran la ambulancia y los trasladaron a Huacareta.
El viaje duró cerca de seis horas, a decir del hijo. Cuando arribaron al pueblo, les llevaron a una casa y los instalaron en una habitación grande donde había dos camas. Llegó la hora del desayuno y cuando reclamaron por el alimento, les dijeron que fueran a buscarse a una pensión que estaba cerca.
El hijo observó que la Policía, Fiscalía y personal de salud actuaran con tantas contradicciones, por ejemplo: a dos personas que habían dicho que no tenían contacto las “metieron” en la misma ambulancia, las pusieron en la misma habitación y, para rematar, les dijeron que podían salir a comprar desayuno en un pueblo donde hay más gente que en su comunidad.
El hijo denunció que sus padres prácticamente fueron “secuestrados”, que se vulneraron sus derechos, que no se tuvo ninguna consideración con su estado de adultos mayores, que no se evaluó dónde podrían cumplir de mejor manera la cuarentena y que están poniendo en riesgo la salud de sus padres “innecesariamente”.
Exigió que lo más antes posible sus padres sean restituidos a su casa. Incluso, aseguró que activó la vía legal y que el caso ya es de conocimiento del Defensor del Pueblo.
Hizo notar que el miércoles, el personal de salud de Rosario del Ingre fue a verificar la ubicación de la casa de los adultos mayores y que dio su consentimiento para que en ese lugar la pareja pudiera cumplir la cuarentena porque “reúne las condiciones”.
