La Cámara Gastronómica de Santa Cruz, junto a la CBN y la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), han adecuado las medidas a la realidad y particularidad del país. Desde el Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra señalan que es un documento completo y aplicable.
Fernando Medina, presidente de la Cámara Gastronómica, considera que el cumplimiento de estas disposiciones de bioseguridad permitirá la reapertura de unos 10.000 locales de comida, pensiones y restaurantes. “Las medidas de seguridad están pensadas tanto para el cuidado del personal interno como para la atención de la gente”, señala.
Tras la paralización de las actividades, una parte importante de restaurantes contaron con la posibilidad de trabajar mediante delivery. “Son casi 90 días desde que comenzaron los servicios a domicilio. Esta forma de trabajo representa entre el 10% y el 30% del trabajo que se realizaba antes de la pandemia”, indica Medina.
La Cámara Gastronómica se está preparando para recibir a los clientes en sus locales resguardando su salud. Las normas de bioseguridad cuentan con protocolos para el personal de atención y cocina, para los clientes, para los proveedores y los repartidores de delivery. “Todos deben poner algo de su parte para frenar los contagios”, añade.
Los cambios más llamativos implican la reducción de la capacidad del local al 60%, el distanciamiento de las mesas en 1.5 metros como mínimo y las cartas digitales. “El cliente podrá revisar la oferta desde su teléfono, ya sea con un código QR o a través de la web”, explica.
Medina es consciente de que no todos los locales podrán realizar la inversión para “virtualizar” las ofertas. “En otros locales, se podrá colocar una pizarra visible o se repartirán menús desechables”.
Otras medidas de prevención ya se han convertido en parte común de nuestras vidas. La medición de temperatura, el uso de barbijo o la desinfección de calzado forman parte del protocolo. Una novedad que será patente en la reapertura de locales consiste en la ubicación de señaléticas que muestran a los clientes el cuidado y comportamiento correcto dentro del restaurante.
Medina destaca el esfuerzo que se realizará por parte de los negocios para desinfectar todas las áreas compartidas. Manteles, vajillas, cubertería y vasos deberán pasar por un protocolo de limpieza que incluye detergentes, agua a temperatura elevada y otros sistemas que certifiquen la desinfección total de los mismos.
La reducción del espacio de atención obligará a los locales a disminuir también su personal que tendrá el apoyo de un médico consultivo permanente para revisar a los trabajadores. En caso de cualquier sospecha, el profesional de la salud dispondrá los pasos que se deberán cumplir.
La proyección que diseña Fernando Medina considera que la reapertura podría darse en un tiempo relativamente breve, cumpliendo de manera estricta estas disposiciones.
El sector gastronómico es consciente que la primera fase de la reapertura se centrará en “conquistar la confianza de los clientes para que puedan visitarnos en condiciones seguridad”. Estima que mientras se mantengan las medidas de la cuarentena ordenada, los restaurantes podría atender en un 60 % de su ritmo de trabajo, “un alivio para aquellos que, por ahora, apenas generan entre el 10 y el 30% de actividad”.
El Deber