Bolivia tiene una crisis en la balanza de pagos

El país vivió un cambio en las condiciones para el desarrollo de actividades económicas. También pesó el tema político.

Durante el foro titulado La Bolivia que queremos, realizado en la Cainco, también se conoció un diagnóstico sobre la crisis que vive actualmente la economía boliviana. El mismo determinó que el país está en una crisis de balanza de pagos cuyo resultado es incierto.

Según el documento, después de una caída abrupta de las reservas internacionales en divisas en febrero de 2022, Bolivia experimentó un cambio drástico en las condiciones en las cuales se desarrollan las actividades económicas: restricción al uso de moneda extranjera, mayores comisiones de transferencia al exterior y dificultades financieras. La baja disponibilidad de divisas por parte del Banco Central abre un abanico de escenarios futuros para el país.

Además, prosigue el diagnostico, en la experiencia histórica, una crisis de balanza de pagos como la actual se resolvía mediante un programa de estabilización que requería un sinceramiento de la paridad cambiaria, seguida de un alza de la inflación y acompañada por una contracción de la actividad como resultado del encarecimiento de insumos, efectos en la hoja de balance y caída de los ingresos reales. El ejercicio más próximo a eso es la simulación que efectuó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el reporte del Artículo IV de noviembre de 2022.

Pero la crisis no solamente pasa por lo económico, sino también por el lado político, asegura el diagnostico. “Desde 2019 la economía boliviana ha estado sujeta a eventos políticos que han implicado menor actividad y gasto. Los conflictos políticos en 2019 y 2022 implicaron un crecimiento menor al esperado y la falta de apoyo congresal impidió el ingreso de recursos externos en 2020 y a inicios de 2023. Por tanto, el escenario dependerá de un ambiente político que pueda apoyar la concreción de propuestas para paliar la crisis”, según se puede leer en el documento.

Detrás de la crisis

Entre las razones estructurales que tendría la crisis, según el informe brindado en el foro de Cainco, la producción de hidrocarburos ha caído casi un tercio desde mediados de la década pasada, ocasionado por un marco normativo inamistoso con la inversión en el sector y la falta de gobierno corporativo en las empresas estatales relacionadas.

También está la afectación al financiamiento público con crédito interno plasmado en pérdida de reservas internacionales o las salidas ligadas al contrabando y a la ilegalidad, por ejemplo el contrabando de entrada de mercancías desde países vecinos implican $us 1.400 millones en 18 categorías.

“La nula entrada de divisas por el contrabando de entrada de oro de Perú y Brasil a Bolivia, que pese a ser exportado por el país, no habría generado nueva liquidez por un monto superior a los $us 2.800 millones en 2022. Las cifras de producción y exportación revelan esta enorme discrepancia, atribuible al contrabando de oro”.

Por último, la irrupción de la pandemia afectó con una caída de más de $us 5.000 millones de la producción, además de la falta de políticas monetarias, fiscales y sociales que puedan mitigar la disminución de recursos frente a la crisis de la pandemia.

Fuente: El Deber

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